Óscar Mario Beteta no sólo se mantiene vigente, sino que ha evolucionado para que su programa, En los Tiempos de la Radio, permanezca entre los más influyentes en los últimos 23 años.

 

En entrevista con 24 HORAS, platica cómo el economista se convirtió en periodista, y comparte anécdotas como cuando fue aceptado en la Universidad de Ohio para realizar una maestría y se cambió a la escuela de periodismo.

 

Durante la charla, Óscar Mario, como le llaman algunos de sus fieles radioescuchas, y quien además cuenta con una maestría en finanzas por la universidad de Exeter -Inglaterra-, recuerda con gratitud el apoyo de Pablo Marentes en Canal 11, así como el de Emilio Azcárraga, quien siempre lo apoyó cuando colaboraba en el noticiero Antena 5, así como de Rogerio y Jaime Azcárraga en Radio Fórmula, su actual casa.

 

¿Usted es economista, cómo decide ser periodista?

 

Yo desde los ocho años sabía que quería ser periodista. Recuerdo, en casa de mis padres todavía, era fanático del noticiario de Jacobo Zabludovsky y cuando transmitía una hora de noticias, yo siempre estaba muy atento. Él me aficionó a la lectura de los periódicos. Yo siempre pensaba: quiero hacer lo que ese señor que sale en la televisión, que por cierto ha sido el maestro de muchos.

 

Pero por cuestiones del destino y por disciplina familiar a mí me obligaron a estudiar Economía, la licenciatura que, por cierto, terminé rápido a mis 22 años, en la Universidad Anáhuac. Pero independientemente de asistir a la universidad a la carrera de Economía, buscaba después o entre clases, asistir a una estación de radio o televisión para comenzar a practicar.

 

Yo le tengo un gran respeto y gratitud al licenciado Pablo Marentes. Cuando era director de Canal 11 él me dio todos los instrumentos para que yo narrara al final del día el resumen de la actividad bursátil en el edificio que se le conocía como de la gran cúpula ahí en Uruguay N. 68, cuando todavía las operaciones se registraban en pizarrón y con gis.

 

Yo empecé como asistente del director de una casa de bolsa para registrar en los famosos muñecos a lápiz las operaciones del día con día, pero al final del remate llegaba lo que más me gustaba, transmitir frente de una cámara lo que había pasado en relación a la compra y venta de acciones y los paquetes de acciones.

 

Después tuve a oportunidad de ingresar a Televisa, con don Emilio Azcárraga, quien siempre se portó con una excelente disposición para guiarme y aconsejarme, e ir avanzando en los noticiarios de Televisa.

 

Principalmente estuve en Canal 5, con don Fernando Alcalá, que en paz descanse, en este programa que se llamaba Antena 5. Siempre combinaba mi actividad o mi trabajo en algún banco o en alguna Casa de Bolsa porque yo vivía del salario que obtenía en estas instituciones bursátiles o financieras, porque me pagaban poco en radio o TV.

 

Pero, bueno, siempre me interesó muchísimo iniciar lo que desde muy chico veía yo a través de la televisión en el noticiario 24 Horas, así se llamaba, como ahora su periódico.

 

Cuando tuve la oportunidad de salir al extranjero me aceptaron en la universidad de Ohio, para hacer una maestría en economía, pero cuando llegué yo me cambié a la escuela de Periodismo y yo creo que fue un gran aprendizaje. Regresando a México casi estuve de tiempo completo en Televisa y después regresé a Imevisión, con Pablo Marentes, cuando era subdirector general.

 

Pasó un tiempo y tuve la oportunidad de estudiar otra vez en el extranjero. Ahí sí me enfoqué a la parte financiera en la Universidad de Exeter, en Inglaterra, en una Maestría en Finanzas. Y llegando estuve cinco años en casa de bolsa y bancos y después la familia Azcárraga, Jaime y Rogerio Azcárraga, me dijeron “vente para acá, vamos a iniciar contigo un programa financiero”, en ese entonces era de 7 a 7:30 de la mañana.

 

Y así pude iniciarme en esta gran empresa con esta gran familia que es la de don Rogerio y Jaime Azcárraga y bueno, todas sus hija e hijos y pues así me mantuve con un programa de 30 minutos. A de haber sido año y medio. Lo fueron expandiendo a 45 minutos, después una hora y ya con este horario de 05:30 a 10 de la mañana, cuatro horas y media llevaremos alrededor de 14 años.

 

¿Es difícil mantenerse vigente 23 años?

 

Yo creo que la vigencia es crucial en cualquier actividad que uno desempeñe. En el caso de la comunicación y de un programa de radio específicamente, es la actualización, la disciplina y la constancia.

 

A propósito de actualización, ¿cuál es el futuro de los periodistas, ahora que estamos en tiempos de redes sociales?

 

Las redes sociales convierten en reportero a cualquier persona; la ventaja para quienes nos dedicamos a este oficio desde hace muchos años es la credibilidad que pueda tener uno entre el auditorio. Ahí se destaca la diferencia entre cualquier persona que utilice, o mal utilice, este medio para escribir cualquier ocurrencia y lo que es realmente la nota seria y con fundamento.

 

¿A propósito de credibilidad, qué opina de los periodistas deshonestos?

 

Las consecuencias de la deshonestidad siempre se padecen y finalmente sólo el tiempo es el que saca a relucir si el trabajo de uno es serio o si busca la difamación y la mentira como instrumento principal para destacar.

 

¿En este tiempo que lleva el noticiero, cuál ha sido el momento más complicado, si tomamos en cuenta las administraciones…

 

Yo no hablaría de momento complicado. Todos los días son diferentes y requieren de un gran esfuerzo, sobre todo de la preparación de cada uno de los programas, cuento con un gran equipo que me apoya y me ayuda a cumplir con lo que exige el auditorio. Yo mantengo que en esta disciplina uno puede ser 100% plural, pero no 100% objetivo porque la opinión que uno emite siempre es con base en sus principios y en sus valores y también en lo que, a través de los años, uno vaya adquiriendo como propia cultura en el plano económico político y social, así es que el momento difícil se enfrenta todos los días porque dar la nota con seriedad, independientemente de la subjetividad que uno naturalmente imprima a la misma, es tarea de todos los días.

 

¿Por qué decide pasar del periodismo financiero al político?

 

El mercado, para mantenerse y ser competitivo, nos obligó a salirnos de ese nicho, exclusivamente financiero, para abordar temas políticos y competir con los dos de la mañana que eran casi casi este duopolio que captaba la atención de los radioescuchas, uno era Radio Red y el otro MVS. Ahora ya son como 43 opciones.

 

¿Por qué no hay periodistas jóvenes, como usted que comenzó muy joven en este oficio?

 

No sé si por falta de conductores que se especializan en el tema económico financiero porque requiere de muchísimo estudio y actualización constante.