Una dieta deficiente en fibra y vitaminas, el excesivo consumo de carnes rojas, grasas y alimentos embutidos, así como la inactividad física y el tabaquismo son factores de riesgo para desarrollar cáncer colorrectal o de colon. De acuerdo con el Registro Histopatológico de Neoplasias, los tumores del tubo digestivo se ubican en el tercer lugar de incidencia en México, después de los cánceres de mama, próstata y pulmón.
Itzel Vela Sarmiento, cirujana oncóloga adscrita al Servicio de Tumores del Tubo Digestivo del Instituto Nacional de Cancerología, subrayó que la población de entre 50 y 65 años es la más susceptible a padecer ese tipo de cáncer, cuyos síntomas son estreñimiento, diarrea, sangre en las heces, dolor abdominal, náuseas y vómito.
Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) las personas que comen carne deben moderar su consumo para reducir la posibilidad de padecer cáncer colorrectal.
Vela Sarmiento explicó que el diagnóstico se realiza a través de una colonoscopia, que consiste en la introducción de una cámara flexible a través del recto para detectar lesiones o pólipos.
Si se descubre algún tumor se practica una biopsia para conocer su tipo. La mayoría de los cánceres colorrectales se desarrollan lentamente y durante varios años.