La crisis financiera de 2008 afectó significativamente a Grecia. Su elevado endeudamiento  combinado con una baja credibilidad han puesto en riesgo al menos una vez a la Zona Euro desde 2010 hasta la fecha, cuando consiguió su primer tramo de ayuda financiera, y en 2012, cuando se formalizó en marzo tras el éxito de una quita.

 

Actualmente se está debatiendo el segundo tramo del tercer programa de rescate en el que se otorgará un mayor período de gracia, pagos menores que ayuden a la liquidez del país y la posibilidad de una quita, aunque de momento los organismos todavía están muy renuentes a esta opción.

 

El PIB de Grecia representa apenas 1.7% del PIB de la zona y su deuda asciende a 190% del PIB griego.

 

En julio de 2015, el gobierno de Atenas se comprometió a adoptar una serie de reformas “difíciles” para la sociedad a cambio de un tercer rescate financiero por 86 mil millones de euros.

 

Tras 11 recortes sucesivos desde 2010, el gobierno griego aprobó el domingo  pasado una serie de cambios en el sistema de pensiones, un alza en el IVA, una reforma impositiva y otros ajustes en los gastos públicos, con el propósito de ahorrar cinco mil 400 millones de euros para cumplir con los objetivos de la Unión Europea, entre los que destaca lograr un superávit primario de 3.5% del PIB en 2018.

 

Ésta fue una de las pocas victorias del primer ministro griego, Alexis Tsipras, durante las críticas negociaciones con sus socios que desembocaron en el tercer rescate a Grecia desde 2010.

 

La adopción de dichas reformas allana el camino para desbloquear la segunda entrega del tercer rescate griego por más de cinco mil millones de euros que el país necesita para cubrir vencimientos de deuda en junio y julio.

 

Grecia ha recibido, hasta el momento, del tercer rescate 21 mil 400 millones de euros, y debe pagar dos mil 300 millones de euros al Banco Central Europeo el 20 de julio.

 

Además, organismos financieros de la zona ofrecieron garantizar un alivio de la deuda a Grecia, dándole mayores periodos de gracia y de vencimiento de bonos desde 2018, si el país cumple todas las reformas acordadas en su último rescate.

 

La oferta será negociada el 24 de mayo por los Ministros de Finanzas de la Zona. Con posicionamientos claramente confrontados: Alemania no cree que Grecia requiera un alivio adicional para su deuda, mientras que el Fondo Monetario Internacional insiste en que sí es necesario.

 

Los acreedores ya descartaron una quita de deuda para Grecia y se orientan más bien hacia una reestructuración de los vencimientos o tasas de interés más bajas.

 

Luego de seis años de crisis y más de 240 mil millones de euros prestados, Atenas acumula una deuda pública equivalente a 190% de su PIB.

 

La situación sigue complicada con la Unión Europea al registrar una expansión muy lenta, exposición en el sector bancario y con retos como los refugiados o la posible salida de Reino Unido (Brexit).