Nuestros políticos no han cambiado.

 

Un dato da fe:

 

El fin de semana pasado, en las prisas, las oposiciones panista y perredista en el Senado de la República marcaron a los priistas de contraponerse a dar vida al Sistema Nacional Anticorrupción.

 

Acusaban a la bancada de Emilio Gamboa Patrón de pretender una legislación ligera para impedir la transparencia en el gobierno del presidente Enrique Peña Nieto.

 

Los tricolores, en la reunión privada, contestaron con un argumento irrefutable:

 

-La mayoría la tiene la mayoría. Sí, PAN y PRD. Si se ponen de acuerdo, hagan su propuesta y sáquenla por mayoría. Nosotros vamos por el consenso.

 

Siguió el silencio.

 

No cambian los políticos mexicanos, como decíamos arriba.

 

Tras el Pacto por México, aquel sorpresivo compromiso donde las principales fuerzas políticas se comprometieron a dinamizar al país, los intereses priman en todas las decisiones.

 

No ha visto la luz el Sistema Nacional Anticorrupción simplemente porque la oposición, en especial el PAN, el PRD y Morena buscan raja política.

 

Si bien fue compromiso de campaña de Enrique Peña Nieto, arropado por la sociedad civil, diputados y senadores, no apresuraron su discusión con el entramado jurídico correspondiente.

 

Como siempre, a los legisladores les llegaron las premuras por las 13 elecciones en curso -12 para gobernador, presidentes municipales y diputados y las bajacalifornianas para ediles y Congreso-, y ya no fue posible avanzar.

 

A veces los grupos políticos sorprenden con acuerdos de última hora en el Congreso de la Unión, pero hasta ayer, al redactar esta columna, no se veían condiciones de avanzar por ese mal acuerdo surgido del PAN:

 

-Transparencia contra mando único.

 

La sensatez de Roberto Gil y Jesús Zambrano

 

Debieron ser los líderes del Congreso quienes implanten sensatez.

 

Tanto el presidente del Senado de la República, Roberto Gil, como Jesús Zambrano, de la Cámara de Diputados, están convencidos de no caer en madruguetes, como se le llama en el argot legislativo a apresurar acuerdos y discusiones.

 

A su planteamiento se suma la convicción de los coordinadores parlamentarios priistas Emilio Gamboa y César Camacho, quienes ven carga política en la mayoría de los planteamientos azules y amarillos.

 

Ésa es la verdad.

 

Todos los partidos ven hacia los estados donde habrá elecciones, y para la oposición resulta fundamental atacar al gobierno de Enrique Peña Nieto y de los gobernadores donde se celebrarán elecciones.

 

Por eso Gil y Zambrano pulsan pocas condiciones para operar con eficacia en las últimas horas del período ordinario y ven factible un extraordinario, pero después de los comicios de junio próximo.

 

Entonces habrá menos carga política, y seguramente el PRD y PAN dejarán su intransigencia y se pondrán de acuerdo en propuestas, sin la negativa a todo en aras de ganar unas cuantas posiciones en los inminentes comicios.

 

Lo dicho: así son nuestros políticos.

 

Peña Nieto no quiere pleito con los del GIEI

 

  1. Quién sabe hacia dónde vaya la investigación sobre la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa en el municipio perredista de Iguala, Guerrero, pero una cosa es cierta:

 

Saldrán muchas verdades y, créame, serán favorables para el llamado Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), al mando de Emilio Álvarez Icaza.

 

En espera de nuevos hechos, el presidente Enrique Peña Nieto ha instruido a su gabinete para mantener una relación civilizada, diríase institucional, y asumir muchas de sus recomendaciones.

 

Diplomacia, pues, pero sin exigir resultados de investigación a esos supuestos especialistas, pero en realidad críticos radicales del gobierno y aliados incondicionales de los deudos empeñados en desacreditar los resultados periciales.

 

  1. El operativo Viaja segura, ordenado por Miguel Ángel Mancera e instrumentado por Jorge Gaviño en el Metro, ha dado resultado.

 

A tres días de su implementación se han detenido a cinco acosadores sexuales.