El peatón ocupa el primer lugar en la escala de la movilidad en la Ciudad de México. Gracias a las nuevas leyes, se busca que las calles tengan la señalización necesaria, así como las condiciones para garantizar la accesibilidad de las personas, sin importar su condición. Actualmente estas medidas son obligatorias en los espacios públicos, pero no así en los privados, como las plazas comerciales, sin importar que éstas se hayan convertido en áreas donde diariamente transitan cientos de personas.

 

Es por ello que la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF) espera la aprobación de una ley, en un periodo extraordinario, para crear la figura “espacio privado de uso público”, la cual servirá para garantizar el ejercicio de las libertades entre la calle y la plaza comercial, con el fin de que en los espacios privados se garantice la movilidad de los peatones.

 

Dicha propuesta forma parte de la Ley de la carta para la protección de los derechos de las y los peatones y el espacio público, en la que se señala que la figura de “espacio privado de uso público” se determinará cuando el dueño del predio acepte el pleno ejercicio de las libertades y derechos por los participantes, sin ninguna limitante.

 

Para incentivar que las empresas accedan a crear tales espacios se buscará otorgar descuentos en el predial por los metros que se incorporen al uso público. Por ello, la autoridad correspondiente llevará el registro de las áreas y emitirá la declaratoria de “espacio privado de uso público” y los mecanismos que aseguren su cumplimiento.

 

Víctor Hugo Romo, diputado del Partido de la Revolución Democrática (PRD), explicó que se ha observado que el peatón ocupa los espacios privados para uso público. Por tal razón, en las plazas comerciales debe generarse la misma homologación y jerarquización que aplica en las calles y plazas públicas.

 

El legislador mencionó que una vez que se apruebe la ley del peatón, se deben de armonizar otras legislaciones referentes al tema condominal y de construcciones. Antes de que se realice la homologación, las empresas que acepten el uso público de zonas privadas lo harán en un acto de buena voluntad.