La cultura del “sólo me tardo un minuto” es la que ha hecho que el número de vehículos sujetados por arañas en el Centro Histórico vaya en aumento, pues ésta es la principal razón por la que es persistente el problema, señaló Fernando Martínez Badillo, titular de la Subsecretaría de Tránsito de la Secretaría de Seguridad Pública capitalina.

 

24 HORAS dio a conocer que el número de vehículos sancionados con la colocación del candado creció 28.8% en los últimos tres años, pues en 2014 el promedio era de 78.39 autos al día y este año infraccionan 101 diarios. El programa “Cero Tolerancia”aplica las 24 horas, por lo que las unidades no pueden pararse en un radio de 9.1 kilómetros a la redonda, pertenecientes al perímetro A y B.

 

El subsecretario de tránsito señaló a este diario que el respeto del Reglamento de Tránsito en el primer cuadro de la ciudad  es fundamental para garantizar la movilidad, pues el Centro Histórico resguarda múltiples servicios que propician haya afluencia constante de peatones y, por ello, debe fortalecerse la seguridad mediante la liberación de espacios.

 

Esto nos hace que en los operativos se esté “muy al pendiente” y en su caso aplicar las sanciones correspondientes, lo cual provoca descontento en los automovilistas.

 

“No es que no lo entiendan los conductores que no deben estacionarse, sino que muchos ciudadanos ven esta parte como la cultura de un minutito, del ‘no me tardo nada’. Entonces, bajo este contexto y apoyados con el tema de la señalización y de la prohibición, se están haciendo las sanciones a quienes no respeten el Reglamento de Tránsito”, dijo

 

El funcionario aclaró que en el Centro Histórico, la colocación de arañas no es gestionada por ninguna empresa, sino por la Dirección de Control de Infracciones, Parquímetros e Inmovilizadores.

 

De acuerdo con el Manual Administrativo de la Secretaría de Seguridad Pública, dicha dirección debe planear estrategias de patrullaje de supervisión para identificar los vehículos estacionados en las zonas identificadas con el señalamiento de prohibición.

 

Los policías deben garantizar la atención al público, vigilar se atiendan adecuadamente las quejas que por el servicio, la atención y daños a los vehículos que presenten los ciudadanos, para dar atención personalizada veraz y oportuna.