¿Quién no quisiera prosperidad en su vida? Yo creo que todos quisiéramos ser personas con una vida próspera. Pero, ¿qué significa la prosperidad? No necesariamente tiene que ver con ser muy rico, económicamente hablando, o ser exitoso o famoso. Ser próspero, desde donde yo lo veo más allá de eso y como claramente lo afirma Ingala Robl en su libro Constelaciones Familiares, tiene que ver con sentir que se tiene suficiente abundancia como para vivir una vida digna, con la calidad anhelada, “satisfaciendo las necesidades y deseos, sin sufrimientos y angustias”, y todo esto en torno a la cantidad de dinero que cree necesario para lograrlo.

 

columna prosperidadDesde este punto de vista, ser próspero puede ser algo muy diferente y particular para cada quien. No tiene que ver con enormes cantidades de recursos, sino saber con cuántos me siento realmente satisfecho y puedo vivir sin presión, sin meterme al rollo de enfocar mi objetivo de vida en sólo tener más y más dinero, ya que esto se puede convertir en obsesión y puede ser un barril sin fondo.

 

La prosperidad, como la estamos considerando, también tiene que ver con un conjunto de factores más de tipo existencial, como el de estar conscientes de que necesitamos tener un cuerpo sano para poder lograr nuestras metas y objetivos, que ayuda si los tenemos claros y son realmente alcanzables; tiene también que ver con esa parte de cómo nos sentimos con nosotros mismos a nivel emocional, si me siento satisfecho conmigo o no, es un hecho que si contamos con alta autoestima es más fácil lograr lo que nos proponemos, pues así es más fácil conectar con nuestras fortalezas para lograrlos y nos sentimos más completos y seguros.

 

Sucede que cuando no nos amamos y no nos respetamos a nosotros mismos, nos podemos convertir en nuestro principal obstáculo de crecimiento. Para lograr la prosperidad en nuestra vida, en ocasiones es necesario reconocer qué creencias tenemos respecto a la prosperidad, al valor que le damos al dinero; es decir, si en lo profundo de nuestro ser creemos que el dinero es sucio, pues no vamos a acercarlo a nosotros desde un nivel inconsciente o si, por el contrario, consideramos que el dinero es un apoyo para lograr nuestras metas de bienestar y abundancia, podemos fluir con ese tema a nivel inconsciente y trabajar para lograr el objetivo de prosperidad.

 

Lo que creamos en lo profundo puede determinar nuestra actitud frente al tema, y nos puede impulsar a lograrlo o limitarnos. Es importante poner atención en los cambios mentales necesarios para ir por nuestros sueños, siendo creativos sin ir en contra del medio ambiente, abrirnos a nuevas ideas para crear nuevos caminos para lograr nuestras metas y ser prósperos. Según Ingala Robl, hay que incluir en el proceso de crear prosperidad para nuestra vida la parte que tiene que ver con el desarrollo espiritual, aprender a confiar y creer que algo más allá de nosotros apoya e impulsa nuestra prosperidad.

 

En resumen, la prosperidad definitivamente va más allá de sólo tener más dinero. Es todo un conjunto de factores que incluyen todas las partes del ser humano, y es ahí, cuando las incluimos, que nos podemos sentir realizados y realmente prósperos. Si creamos y desarrollamos aquello que nos inspira y nos conecta con nuestro interior y con el ser superior, es mucho más fácil que logremos sentirnos plenos y satisfechos, conectados con la abundancia que por naturaleza creamos porque vamos subidos en la ola del amor a nosotros mismos y a lo que hacemos, así como en la confianza de que estamos y nos sentimos en el lugar correcto, esto es sentirse bien con nosotros mismos y más conectados con la abundancia que está ahí para nosotros.