Una confrontación a nivel de patrocinios que resume bien el espíritu de la época: desde hace tres años el clásico del futbol español expone en los uniformes a dos aerolíneas basadas en el Golfo Pérsico; en la casaca barcelonista Qatar Airways, en la madridista Fly Emirates.

 

No son empresas vinculadas al mercado madrileño o la tradición catalana. Ni siquiera poseen su sede en Europa. Con sus centrales en Doha y Dubái, respectivamente, estos gigantes pretenden posicionarse, más allá de los pasajeros españoles, ante los viajeros del mundo entero; para dos compañías cuya ubicación estratégica es idónea al enlazar a Europa con Asia y África, resultan oro puro dos de los clubes más reverenciados en el planeta y el partido más visto de la temporada (600 millones de personas en el último Clásico).

 

REUTERS_LATIUna declaración del vicepresidente de mercadotecnia de Emirates, Boutros Boutros, permite comprender el tema: “El futbol sigue siendo la publicidad más barata si lo que deseas es visibilidad. Gastamos quince millones para la campaña con Jennifer Aniston y fue como lanzar un chícharo al océano. Con el Real Madrid tenemos 700 millones de personas que aman al equipo y a sus jugadores. Con el Arsenal tenemos a 500 millones (…) Han sido inversiones hechas en muy buen momento”.

 

El anuncio al que el ejecutivo se refería proyectaba a Aniston, en actitud similar a su inolvidable papel en la serie Friends, detallando de forma divertida las comodidades del avión. Las palabras de Boutros hacen más sentido si se considera que tras el spot con la actriz, esta empresa contrató como actores a Cristiano Ronaldo y Pelé: la apuesta completa recargada en el balón.

 

No obstante, ha sido mucho más controversial el patrocinio qatarí con el Barça. Una casaca que presumía el jamás haberse vendido para portar publicidad (parte del discurso de “Más que un club”), pasó de mostrar el nombre de Unicef, a una marca vinculada a violaciones de derechos humanos.

 

En el fondo no existe más razón que el dinero y esos montos que en su escalada se han hecho inaccesibles o poco convenientes para el común de las empresas locales. Qatar ha garantizado al cuadro blaugrana tener el uniforme mejor valorado, con un pago que en breve superará los 60 millones de euros anuales; Emirates pretende renovar al Madrid en 2017 y acercar su oferta a la que su competidor ha hecho en el estadio rival.

 

REUTERS_LATI (2)Al tiempo, Amnistía Internacional ha criticado recientemente a los dos gigantes españoles, por prestarse para maquillar a regímenes represivos. Y es que a diferencia de lo que sucede con el común de las aerolíneas, esas dos marcas suelen verse como sinónimo del país al que pertenecen (en buena medida, por su cercanía a las familias reales de cada Emirato).

 

Barcelona-Madrid: ¿lo catalán?, ¿el centralismo español?, ¿el pesado Siglo XX con todo y su Guerra Civil?, ¿la dictadura franquista?, ¿los deseos independentistas?, ¿Messi y Cristiano? ¿Enésima batalla épica? Todo eso, pero también el choque de esas dos aerolíneas del Golfo Pérsico que han encontrado sobre el césped algo más eficaz que el carisma de la encantadora Jenn.

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