Querétaro fue incapaz de hacer valer su condición de local y se tuvo que conformar con el empate sin goles ante Tigres de la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL), en el partido de ida de semifinales de la Liga de Campeones de la Concacaf, disputado en el estadio La Corregidora.

 

Con este resultado, el conjunto queretano necesita del triunfo o del empate a partir de un gol en el encuentro de vuelta a disputarse el martes 5 de abril en el estadio Universitario, mientras que los regiomontanos requieren del triunfo por cualquier marcador.

 

Poca claridad en un partido muy cerrado, con mucha lucha, en el que “Gallos Blancos” tuvo el deseo mayor por hacer daño en la meta rival, pero sin mucha fortuna para inquietar al portero argentino Nahuel Guzmán.

 

Mientras que los de la “Sultana del Norte” a su estilo, sin arriesgar mucho, dejando que el rival hiciera el desgaste, en espera de alguna genialidad de sus grandes individualidades para inclinar la balanza a su favor.

 

La baja por lesión de Jurgen Damm evitó que los pupilos del brasileño Ricardo Ferreti jugarán como les gusta, con dos elementos por las bandas para abrir la cancha, lo que cerró aún más un duelo con pocas emociones.

 

La tónica se mantuvo para el complemento, en el que ninguno de los dos estrategas se decidían en mover a sus piezas para terminar con lo trabado de las acciones.

 

Una falta dentro del área sobre el francés André Pierre-Gignac no fue decretado como penal, lo cual hubiera cambiado por completo el rumbo de este duelo, en el que ninguno de los dos lados hubo claridad para mover el marcador y firmar un cero que podría beneficiar a Tigres porque cierra en casa, aunque el hecho de no haber marcador gol, le da ventaja a los queretanos.

 

El arbitraje estuvo a cargo de César Ramos quien tuvo una mala labor. Amonestó al argentino Nery Domínguez (46) por los de casa; su compatriota Guido Pizarro (62) recibió tarjeta amarilla por los visitantes.