Desde hace algunas semanas hemos visto cómo las calificadoras han decidido ajustar sus calificaciones crediticias a Brasil. Este viernes, Fitch ratificó la nota de México.

 

La economía de Brasil vive una recesión en medio de una crisis política y un entorno internacional adverso debido a la dependencia en su balanza comercial con China, lo que ha llevado a Moody´s, S&P y Fitch a dejar la calificación de este país en un “grado especulativo” y que algunos llaman “basura”. Muchos años le llevó a Brasil a alcanzar el grado de inversión y ser un país protagónico entre las economías emergentes, pero las malas decisiones administrativas y la corrupción detonaron un ambiente “negativo”.

 

Desde el segundo trimestre de 2014, la economía entró en un crecimiento negativo y acumula seis trimestres de baja consecutiva en los que la inflación al consumidor aumentó a 10.7% y al productor a 12.87%; la producción industrial crece a tasas negativas de 12%; la tasa de desempleo está en 7.6%; la deuda pública estará cerca de 80% del PIB en un par de años y el nivel de confianza del consumidor cae continuamente. Esto ha orillado al banco central brasileño a llevar las tasas de interés a 14.25%.

 

Además, el real brasileño se depreció 43% en 2015 y actualmente con una depreciación de 1.0% se ubica en cuatro reales por dólar.

 

En el caso de México fue “sorpresivo” pero positivo que Fitch decidiera mantener sin cambio su calificación crediticia en BBB+ con una perspectiva “estable”. Esta calificación se basó en que, por un lado, la economía de Estados Unidos seguirá creciendo y ayudando al país al tiempo que el ajuste fiscal y su plan de consolidación fiscal de mediano plazo ayudará a mantener la estabilidad macroeconómica. El sector financiero está bien capitalizado y el riesgo que tiene ante un entorno internacional adverso es acotado.

 

La economía de México creció 2.5% en 2015 y la perspectiva para este 2016 está por arriba del 2.0% a pesar del recorte de gasto público por 132 mil millones de dólares y en espera de conocer lo que Pemex hará en el corto plazo ante su nueva realidad en tamaño y rentabilidad. A pesar del riesgo sobre la inflación actual, es probable que ésta concluya arriba de 3.0%, pero dentro del parámetro esperado por el Banxico, el nivel de desempleo se ubica sobre 4.2%, las ventas minoristas crecen a tasas anuales de 3.4% y con tasas de interés en 3.75%, producto del aumento de 50 puntos base hace un par de semanas y el aumento de 25 puntos de la reunión del banco central en diciembre pasado siguiendo a la Fed.

 

En nuestro caso, se debe mejorar aún más el nivel de confianza del inversionista y del consumidor para detonar una mayor actividad interna. La transparencia seguirá siendo un elemento en el que el gobierno debe seguir trabajando mucho.

 

Mercado crediticio en México

 

Al cierre del 2015, menos de 42% de las empresas contaba con algún tipo de crédito bancario. Sabemos que muchas empresas se financian de sus proveedores y en proyectos de inversión y crecimiento lo hacen con recursos propios pero a su ritmo, lo que reduce la velocidad de crecimiento, de competencia y su productividad. El gobierno debe trabajar con el sector financiero para acelerar este proceso.

 

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