A esa zona arqueológica se le conoce como Los Baños de Nezahualcóyotl, pero quien la visita y recorre, entiende que se trató de un palacio que abarcó gran parte del cerro del Tetzcotzinco…

 

Baños neza (3)Cuando fui corresponsal en el Estado de México escuchaba del lugar, ubicado en Texcoco, pero tardé años en visitarlo.

 

De hecho, cuando se despertó mi curiosidad por ese sitio fue por una charla con el especialistas en sitios y jardines Históricos, Saúl Alcántara Onofre.

 

La primera vez que lo visité experimenté admiración y tristeza.

 

Las ruinas dejan ver lo bello que fue este lugar: canales de agua, terrazas en el cerro para los jardines, escaleras esculpidas en las rocas, calzadas para recorre el lugar, fuentes… Pero… siempre hay un pero. Estaban en el olvido. De hecho no me recomendaban subir tarde porque es una zona muy sola y se habían registrado asaltos. Era el año 2003.

 

La última vez que fui, a finales de 2014. Esperaba que la situación mejorara, pero hasta las tinas estaban grafiteadas.

 

Las fotos y la crónica de esa visita las publiqué a finales de octubre, en el portal electrónico Aristegui Noticias.

 

Después de esa crónica, por charlas con especialistas y con una mayor documentación, redimensioné: no se trata sólo Los Baños de Nezahualcóyotl, como los nombró José María Velasco, o como se les conoce popularmente (incluso se habla de tres tinas), sino de un palacio.

 

Tal vez por esa simplificación, los encargados de liberar los recursos para proteger este espacio, y para promocionarlo como un sitio turístico, con infraestructura que convenza a los visitantes de ir al lugar, lo han olvidado.

 

En su cabecita pensarán: “sólo se trata de tres tinas y tres ranitas de piedra”.

 

baños neza (2)Aquellos legisladores, funcionarios del INAH, alcaldes, gobernadores y encargados de difundir la cultura, deberían visitarlo para entender el lugar. En una hora y media lo recorren. Y si todavía les quedan ganas de leer sobre el sitio, y lo hacen, seguro aprobarán recursos e impulsarán un plan de protección y promoción.

 

El problema es que es menos complicado echar grilla y promover la Feria del Caballo. Fácil combinación: la música y el alcohol siempre atraen gente. Pero también hay turismo nacional y extranjero que estaría dispuesto a visitar el palacio del cerro del Tetzcotzinco.

 

En su Historia de Los Indios de la Nueva España, Fray Toribio de Benavente (conocido como Motolinía, que por cierto hay una calle con su nombre en el Centro Histórico) ser refiere a un lugar que supera en belleza a Tenochtitlan.

 

Y sigue igual…

 

Baños nezaAnoche, antes de terminar este artículo, platicaba con mi amigo Félix Hernández, corresponsal de Formato 21 y colaborador de 24 HORAS, quien me confirmaba que la zona arqueológica permanecía igual. Abandonada y con poca vigilancia.

 

El cerro del Tetzcotzingo se encuentra a 15 minutos del centro de Texcoco, a una hora y media o dos de la Ciudad de México. No es complicado llegar, pero hay poca señalización y en el lugar escasa vigilancia.

 

Para comer en la zona hay un improvisado restaurante familiar, un abandonado estacionamiento y escasa iluminación. Así que si se hace tarde, es mejor no subir, por eso es recomendable acudir temprano y en domingo.

 

Ojalá y se redimensione y las autoridades le den la importancia que se merece ese lugar que nos retrata parte de cómo veía la vida El Rey Poeta.