Al finalizar su visita a nuestro país, el papa Francisco tocó dos temas sensibles sobre los que no se pronunció personalmente durante su estancia en México: los motivos por los cuales decidió no recibir en audiencia a los familiares de los 43 estudiantes desaparecidos de Ayotzinapa y los casos de pederastia por parte de miembros de la iglesia.
Francisco advirtió que si un obispo cambia de parroquia a un sacerdote acusado de abusos sexuales contra menores “es un inconsciente”, y “lo mejor que puede hacer es presentar la renuncia”.
De hecho, el pontífice anunció la inminente designación de un secretario especial para atender los casos de pederastia. También habló del caso del fallecido Marcial Maciel Degollado, fundador de la congregación de los Legionarios de Cristo.
Aseguró que contrario a aquello que los propios legionarios sostienen, el gobierno de la congregación está “semi-intervenido”, ya que el superior general y dos consejeros son elegidos por el Consejo y el Capítulo, pero el vicario y otros dos consejeros los designa el Papa.
“De tal manera que así vamos ayudando a revisar cuentas antiguas”, estableció.
Más adelante, Jorge Mario Bergoglio ilustró las acciones que está conduciendo El Vaticano contra los abusos, como haber constituido un tribunal de apelación para estos procesos y la comisión para la tutela de los menores.
“Doy gracias a Dios que se haya destapado esta olla y hay que seguir destapándola. Y tomar conciencia. Y lo último que quiero decir es que esto es una monstruosidad, porque un sacerdote está consagrado para llevar a un niño a Dios y ahí se lo come en un sacrificio diabólico. Lo destruye”, constató.
Se pronuncia sobre padres de los 43
En otro tema, durante una rueda de prensa a bordo del avión que lo traslado a Roma, explicó que existieron intentos para que recibiera a diversos grupos de víctimas de la violencia, pero reveló que eran muchos y varios de ellos estaban “contrapuestos entre sí” y “con luchas internas”.