JERUSALÉN. El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, consideró un “paso en la dirección correcta” la posición de la jefa de la diplomacia europea, Federica Mogherini, en contra del boicot y las sanciones económicas a Israel.

 

Tras una conversación telefónica que mantuvieron ambos recientemente, Netanyahu se refirió hoy públicamente a la relación bilateral con Bruselas y en la reunión semanal de su gabinete confirmó que “Israel y la Unión Europea han decidido encarrilar nuevamente las relaciones”.

 

El primer ministro decidió a raíz de esa conversación volver a incluir a la Unión Europea en iniciativas y debates sobre el proceso de paz con los palestinos (estancado desde hace dos años), tras vetarla en noviembre pasado por la polémica del etiquetado de productos de las colonias.

 

“El hecho de que la Alta Representante de la UE para Asuntos Exteriores y Seguridad Común haya salido fuertemente en contra del BDS (plataforma que apoya el Boicot la Desinversión y las Sanciones al estado judío) y las sanciones económicas a Israel, es por supuesto, un paso en la dirección correcta”, manifestó.

 

“Israel, como representante de los valores democráticos, tiene el derecho de recibir de Europa apoyo y no solo críticas, y creo que este paso es bienvenido”, subrayó.

 

Según explicó el vocero de la cancillería israelí, Emmanuel Nahson, el jueves, Netanyahu y Mogherini acordaron que las relaciones entre las dos partes deben llevarse a cabo en un clima de confianza y respeto mutuo que sirva para avanzar en el proceso de paz de Oriente Medio”.

 

Esto se tradujo en la decisión israelí de cancelar la exclusión de las instituciones europeas de los encuentros relacionados con el proceso de paz con los palestinos, que adoptó en represalia por la aprobación europea de la directiva que exige señalar el origen de los productos de las colonias en territorio ocupado.

 

Mogherini le transmitió al jefe del gobierno israelí que la directiva no suponía un boicot contra Israel, al que la UE se opone, y que tampoco implica un juicio sobre las fronteras futuras de Israel y Palestina, que deberán ser decididas por las partes, según un comunicado de Exteriores israelí.

 

Por su parte, la dirigente palestina Hanan Ashrawi criticó duramente el acercamiento bilateral entre la UE e Israel y acusó a los Veintiocho de “ceder ante las presiones israelíes”.