Una fiesta de fe y color desbordó hoy a Ecatepec gracias a más de 300 mil personas que participaron en la misa celebrada por el papa Francisco aquí, el municipio más poblado del país.

 

Fieles de diversas ciudades del país y más allá de las fronteras llegaron desde muchas horas antes para alcanzar un buen espacio en los campos del Centro de Estudios de Ecatepec, donde se montó un enorme templete en forma de medio círculo que acogió el altar del Pontífice.

 

Desde ese lugar, corazón de la periferia mexicana, el Papa clamó por un México “donde no haya necesidad de emigrar para soñar; donde no haya necesidad de ser explotado para trabajar; donde no haya necesidad de hacer de la desesperación y la pobreza de muchos el oportunismo de unos pocos”.

 

“Una tierra que no tenga que llorar a hombres y mujeres, a jóvenes y niños que terminan destruidos en las manos de los traficantes de la muerte”, apuntó el jerarca de la Iglesia católica.

 

(Con información de Notimex)