¡Más claro que el secretario de Hacienda y el director general de Pemex traen una “bronca casada”, ni el agua!, exclaman los observadores políticos objetivos e imparciales. Después de que Luis Videgaray le “pasó la aplanadora” a Emilio Lozoya con el mensaje de que el gobierno federal apoyará a la nueva empresa productiva del Estado siempre y cuando se pongan a trabajar, Videgaray mandó al subsecretario de Ingresos, Miguel Messmacher, a decirle prácticamente que si no puede con el paquete, renuncie.

 

En un road show por varios medios electrónicos, Messmacher reiteró que Pemex es una empresa con viabilidad de largo plazo, que tiene muy buenas perspectivas, con un monto importante de asignaciones de campos petroleros y un papel muy relevante que jugar en el futuro en el sector, pero como que a muchos “no les ha caído el veinte”, quiso decir. Y para que quedara claro, precisó que desde el momento en que se anunció una posible capitalización de Pemex, les dijeron a los directivos de la paraestatal que también tienen que hacer su tarea, que consiste en reducir sus costos, mejorar su eficiencia, buscar mejores asociaciones, elegir mejor sus proyectos de inversión. Y sentenció: “Tampoco se trata de que el gobierno federal esté rescatando de manera permanente a una empresa que tenga faltantes…” ¡Tómala, Emilio!

 

Miguel Messmacher | Foto: Leslie Pérez | 24 HORAS

En otro claro mensaje a los administradores de la nueva empresa productiva del Estado, Messmacher les dijo que en Hacienda entienden que son ajustes que tomará tiempo hacer; “no se puede cambiar la situación de una empresa tan compleja como Pemex de la noche a la mañana…”. ¡Bendito sea el comprensivo arcángel Miguel!, ¡Bendito sea!, exclamaron los integrantes del Consejo de Administración de la nueva empresa productiva del Estado. En la medida que Pemex vaya haciendo los ajustes, el gobierno federal irá apoyando a la empresa. O sea, “coopelas o cuello”, se interpreta. El apoyo será a través de una aportación de capital, donde la idea es que sea capital duro, no nada más liquidez, les dijo Miguel. Y one more time les recordó: “Es un esfuerzo conjunto, en donde Pemex tiene que hacer cosas; no es que el gobierno federal va a estar aportando recursos a la petrolera sin que ésta no haga nada. En primer lugar tiene que terminar la cuantificación de los ahorros que consiguió por el lado de su pasivo pensionario”.

 

Después de todas las advertencias, injerencias o sugerencias que tiró en sus intervenciones por varios noticieros de radio, el subsecretario de Ingresos de Hacienda remató: “Nosotros, como resultado de la reforma, ya tenemos una relación más distante de Pemex, donde la empresa tiene su consejo de administración propio, autonomía presupuestaria y ya le tocará, tanto a la administración como a su consejo, determinar la forma específica de los ajustes… La Secretaría de Hacienda no le va a ordenar ni dar instrucciones a Pemex sobre la estructura de los ajustes que tenga que hacer”, remató Miguel.

 

¡El doble lenguaje!, apuntan los observadores.

 

Agenda previa

 

La administración del presidente Enrique Peña Nieto pasará a la historia por abrir a consulta pública los padrones de beneficiarios de los programas del campo de México, lo que permitirá conocer con precisión a quién se destinan más de 15 mil millones de pesos y para qué. Lo anunciado en diciembre pasado por el secretario de Agricultura, José Calzada Rovirosa, se formalizó en la reunión mensual del Consejo Nacional Agropecuario, cuyos agremiados serán corresponsables de la transparencia de los programas que benefician directamente a los productores de los sectores agrícola, ganadero y cafeticultor del país.