En 1984 Chrysler cambió el rostro de la industria al lanzar al mercado Caravan, una minivan con tracción delantera que mostró al mundo la practicidad del vehículo. Tres años después incorporó la selección de motores, entre un V6 y un cuatro cilindros.

 

Han pasado 30 años y la armadora estadunidense vuelve a revolucionar al mercado al reinventar el segmento con Pacifica, una minivan que cuenta con 115 innovaciones y la posibilidad de escoger entre dos fuentes de poder: la siguiente generación del multipremiado Pentastar V6 a gasolina o el motor híbrido que incluye una batería de 16-kWh Li-ion.

 

Pacifica fue rediseñada desde cero y presentada en la edición de 2016 del North American International Auto Show (NAIAS) de Detroit, uno de los salones más importantes del globo.

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Su totalmente nueva plataforma disminuye las vibraciones, el ruido y absorbe los desniveles del camino para brindar una mayor comodidad. Ofrece más de 100 adelantos en materia de seguridad, incluyendo una cámara de 360º, asistencia para estacionado, control de velocidad crucero y advertencia de impactos.

 

En cuanto a infoentretenimiento, Pacifica pretende separarse de sus competidores al ofrecer una pantalla con tecnología táctil de 8.4 pulgadas y sistemas de audio premium.

 

Chrysler Pacifica posee el volumen interior más grande del segmento, con capacidad para ocho pasajeros y asientos abatibles para mayor capacidad del área de carga.

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Aunque uno de sus mayores atractivos, tanto en su versión a gasolina como en el primer híbrido del segmento, es la transmisión automática de nueve velocidades, lo que permitirá que no se pierda la energía entre cambios y se realice un manejo mucho más eficiente.

 

En la versión híbrida, eso puede traducirse en una eficiencia de 128 kilómetros por 3.8 litros de gasolina. Su versión de 3.6 litros, V6, genera 287 caballos de fuerza y 262 lb-pie de torque, y estará disponible en el mercado estadounidense a partir de la primavera de 2016. No se ha confirmado si llegará al mercado mexicano, aunque en los pasillos del NAIAS crecía el rumor de que sí la podremos ver en nuestros caminos.

 

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