El presidente de Ecuador, Rafael Correa, consideró que la captura de Joaquín El Chapo Guzmán no cambia “en absoluto” la situación del narcotráfico y dio instrucciones de investigar si el narcotraficante mexicano estuvo en su país hace 10 años.

 

“En absoluto, lo dijo el mismo Chapo: ‘con mi desaparición el narcotráfico seguiría igual’”, dijo Correa en una reunión con la prensa en Quito.

 

Para el gobernante, la estrategia actual en la lucha contra el narcotráfico, “represiva, solamente contra los productores, ha sido un total fracaso”, por lo que considera que se deben buscar “nuevas alternativas”.

 

“Ya es hora de que se empiece también a combatir el consumo y a buscar nuevas estrategias para limitar la producción, pero sin la brutal represión que existe actualmente que, además, deriva en otras formas de delito como sicariato, asaltos, armamento ilegal, etcétera”, añadió el gobernante.

 

En esa cita, Correa pidió al ministro del Interior, José Serrano, que confirme si el Chapo estuvo o no en Ecuador hace diez años.

 

En su momento, Serrano indicó que cuando se desarticuló la llamada banda de Los Choneros, hace una década, uno de sus integrantes era un funcionario del Registro Civil de la provincia costera de Manabí.

 

“Su misión (la de ese funcionario) era justamente suplantar identidades y entregar cédulas falsas en Ecuador” y aseguró que una de las identidades falsas pudo haber sido otorgada a El Chapo y a un grupo de entre 20 y 30 mexicanos, incluidos (en ese entonces) dos menores de edad, esto de acuerdo con información de inteligencia de ese país.