A través de los años, los narcotraficantes más poderosos de México han concedido entrevistas a medios de comunicación en las que hablan de su dinero y sus carreras en el crimen. Desde “El narco de narcos”, Rafael Caro Quintero fundador del Cártel de Guadalajara hasta Servando Gómez “La Tuta”, de los Caballeros Templarios, y más recientemente quien fuera el hombre más buscado del mundo Joaquín Guzmán Loera.

 

En prisión Caro Quintero fue entrevistado en diferentes ocasiones durante el año de su aprehensión, 1985, por el asesinato del agente de la DEA Enrique Camarena Salazar; en videos de la época se puede ver a los reporteros preguntándole de todo desde su carrera criminal y su dinero acumulado, hasta si alguna vez estuvo enamorado, “el capo de capos” contestaba sonriente. En 2013, lo entrevistó Julio Scherer García.

 

Entre 2013 y 2014, cuando el conflicto por el surgimiento de los grupos de autodefensas en Michoacán estaba en su punto más álgido, el fundador de Los Caballeros Templarios dio dos entrevistas a La cadena de televisión estadounidense, Mundo Fox, y la televisora Channel 4 News, de Reino Unido. En ellas, el capo se burla de quienes consumen las metanfetaminas y señala que “esto es negocio”; se le ve repartiendo dinero a los habitantes de una comunidad.

 

Una de las entrevistas más recordadas fue la que Ismael “El Mayo” Zambada, terrateniente del Cártel de Sinaloa, le dio a Julio Scherer en el año 2010; el periodista también entrevistó a Sandra Ávila Beltrán en 2008, y en 2013 a Rafael Caro Quintero. En medio de la polémica levantada por las entrevistas a estos personajes, el fundador del semanario Proceso señalaba que como periodista, bajaría al infierno si el diablo le concedía una entrevista.

 

Para Javier Darío Restrepo, del consultorio ético de la Fundación Nuevo Periodismo Iberoamericano, la discusión sobre si es éticamente correcto entrevistar a un delincuente prófugo de la justicia, se resuelve al señalar que la obligación del periodista es dar a conocer la realidad, sin caer en una apología del delito.
“Dar a conocer la realidad, de la manera más completa posible y lo que piensa un prófugo de la ley, sus motivaciones y su personalidad, hacen parte de esa realidad que la ciudadanía tiene derecho a conocer para entender el fenómeno y para juzgar las políticas y mecanismos de seguridad”, señaló a propósito de una consulta en 2007.

 

entrevistas a otros narcos