Los ciclistas que circulan en la capital mexicana se preparan para enfrentar las nuevas disposiciones previstas en el Reglamento de Tránsito del DF, el cual entrará en vigor el 15 de diciembre próximo.

 

Los tripulantes de vehículos no motorizados tienen prioridad en la movilidad, junto a los peatones, por lo que casi todas las sanciones se limitan a amonestaciones verbales.
Sólo existe una medida que podría implicar un castigo más allá del regaño por parte del policía de tránsito: cuando el ciclista embista a un peatón con su vehículo sin ocasionar lesiones, pero sólo a petición de la parte agraviada.

 

De acuerdo con el artículo 56, en dicho supuesto el ciclista será remitido al juez cívico y se le impodrá un sanción económica de mil 400 pesos y arresto administrativo de hasta 24 horas.

 

En lo que respecta a las llamadas de atención, se aplicarán cuando el ciclista vaya en sentido contrario a la dirección de la circulación, cuando ruede sobre las banquetas, con excepción de niños menores de 12 años al ser considerados peatones. Asimismo, por no dar prioridad al peatón en distintas circunstancias, que van desde no respetar el rojo en el semáforo, hasta interferir con su paso cuando deban bajar de la banqueta porque está obstruida.

 

Javier Garduño, coordinador de política pública del Instituto de Políticas para el Transporte y el Desarrollo (ITDP por sus siglas en inglés), afirmó que las amonestaciones verbales obedecen al riesgo que implican las faltas cometidas por ciclistas.

 

“Sabemos que la mayor parte de los accidentes se deben a los vehículos automotores, porque el riesgo que ellos generan en la vía es mayor. Yo creo en lo personal que el que sean sólo amonestaciones verbales para el caso de los ciclistas refleja eso.

 

“Obviamente le apostaríamos a que haya más cultura de los ciclistas, pero finalmente en un percance que los involucre, porque no respeten el reglamento, el peligro se lo ponen a ellos mismos”, dijo.

 

Detalló que el próximo reto será comunicar y justificar el porqué el reglamento implica mayores sanciones para los automovilistas.

 

Opinó que antes de pensar en endurecer las sanciones para los ciclistas, se deben  disminuir los riesgos que implican las faltas cometidas por los automovilistas. En ese sentido, aseveró que no se puede sancionar a los conductores de vehículos no motorizados, como ocurre en España, si antes no se tienen medidas estrictas para la expedición de licencias de manejo, con conductores que pasen todos los exámenes que garanticen su capacidad para conducir correctamente.

 

“Si tú vas a España, sacar una licencia de conducir es sumamente complicado, necesitas mucho conocimiento y eso es lo que primero se discutió. Ya teniendo eso completamente firme sobre la capacitación de los automovilistas, entonces eventualmente se puede pensar en los demás agentes de la movilidad”, dijo.

 

Explicó que una vez que entre en operación el reglamento, asociaciones involucradas en la movilidad de la capital mexicana evaluarán los primeros resultados, para verificar si realmente se hace cumplir.

 

Infografía: Xavier Rodríguez