Esta historia inicia en 2009.

 

Entonces el Revolucionario Institucional (PRI) era un partido al garete.

 

Lo presidía Beatriz Paredes Rangel, pero equivalía a nada.

 

Los gobernadores imponían su ley y por supuesto designaban candidatos a sucederlos sin importarles un comino el PRI, su dirigente y, no se diga, sus estados.

 

Era el caso de Silverio Cavazos, gobernador de Colima.

 

Él quería imponer sucesor a un compadre, cuyo nombre no importa y a quien había hecho diputado local, alcalde, miembro de su gabinete y lo había llevado de la mano para encomendarle su impunidad.

 

Pero no tenía respaldo popular.

 

Los priistas no veían con buenos ojos entregar un estado más a la oposición, en especial a un panismo beligerante y de mala fama, protector de giros negros, centros de apuestas y fraccionadores ilegales.

 

Colima nunca había estado –ni lo está hasta ahora– en manos de la oposición y no debería ponérsele en riesgo sólo por el capricho de un mandatario, pensaron tricolores de alto nivel.

 

Así se dio una cita en el hotel Four Seasons, sobre Paseo de la Reforma.

 

Emilio Gamboa citó a Silverio Cavazos y le planteó el panorama.

 

–Cualquiera, menos Mario (Anguiano Moreno) –exigió.

 

–Debe ser él. Sólo él nos garantiza el triunfo, Emilio. Entiéndelo -le dijo a Gamboa Patrón en aquel histórico desayuno.

 

Lo convenció.

 

El candidato priista fue Mario Anguiano Moreno.

 

No puede aparecer por colima

 

Hoy el PRI paga el precio.

 

Llevó al poder al más popular de entonces, pero él quiso prolongar su hegemonía en Colima con un delfín sin haberlo consensuado con el priismo y sobre todo en Los Pinos.

 

La decisión unipersonal del presidente Enrique Peña Nieto escogió a José Ignacio Peralta y se enojó el gobernador Mario Anguiano Moreno.

 

Ante un gobierno bastante cuestionable, con desórdenes administrativos incluidos, Peralta emitió críticas someras y el gobernador reaccionó con el aparato de Estado.

 

Proporcionó recursos a Acción Nacional (PAN), mandó operadores a servir al panista Jorge Luis Preciado, emitió algunos discursos de crítica a Peralta y sobre todo ordenó manchar la elección.

 

Precisamente su secretario de Desarrollo Social, Rigoberto Salazar, fue quien violentó el derecho y con sus acciones, grabaciones y confesiones ocasionó la anulación de las elecciones por parte del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF).

 

Hoy está denunciado, como también el panista Preciado, por el dirigente priista Manlio Fabio Beltrones.

 

Pero ojo, aquí está la noticia: en este momento hay un priista proscrito y se le ha prohibido no nada más aparecerse en actos del PRI durante la campaña, sino en Colima

 

Es el fin político de Mario Anguiano Moreno.

 

Por eso, Manlio Fabio Beltrones no lo invitó el pasado fin de semana a los distintos actos priistas y menos a su encuentro con Fernando Moreno Peña.

 

En eso terminó su popularidad.

 

Sume a Ecatepec en agenda papal

 

1.- Oficialmente han sido escogidas cuatro entidades para recibir la visita del papa Francisco.

 

Son, dijo ayer la canciller Claudia Ruiz Massieu, el Distrito Federal, Michoacán, Chiapas y Chihuahua.

 

Bueno, puedo confirmarle: dentro de la visita al Valle de México se incluirá Ecatepec, tierra del gobernador Eruviel Ávila y con quien los representantes de la Santa Sede preparan las condiciones de la ceremonia litúrgica.

 

Y 2.- no se vaya con la finta.

 

Enrique Peña Nieto dio la orden de escuchar los planteamientos de los asesores de Andrés Manuel López, quienes creen tener varita mágica para ahorrar mil millones y ofrecer dos añosos aeropuertos como solución a la modernidad.

 

Los escucharán los secretarios de Comunicaciones y Transportes, Gerardo Ruiz Esparza, y de Medio Ambiente y Recursos Naturales, Rafael Pacchiano, pero no se le ve futuro.

 

Tras encuentros iniciales la idea pasará a las áreas técnicas, donde no podrá sustentarse.