Una familia de un joven secuestrado, asesinado y llevado a la fosa común de Cuautla, en Morelos denunciaron a través de un video presuntas irregularidades en de la Fiscalía General del Justicia, quienes enterraron 105 cadáveres en un predio sin  los permisos legales y sanitarios, según información de W Radio.

 

Ante esta situación la dependencia señaló, a través de un comunicado, que se iniciaron las investigaciones para dar con los responsables.

 

La familia del joven secuestrado en mayo de 2013, realizó sus propias investigaciones ante el desinterés de las autoridades,  y dieron con el cadáver del muchacho gracias a pruebas de ADN.

 

Luego los familiares acudieron a la Comisión de Derechos Humanos,  se inconformaron por dilación de la justicia y fue entonces que la jueza Gabriela Acosta Ortega, determinó que existía “omisión dolosa” de la fiscalía y ordenó abrir una investigación por la inhumación ilegal.