MOSCÚ. El accidente del Airbus 321 ruso en la península del Sinaí y la ofensiva aérea de Rusia contra el Estado Islámico (EI) en Siria no tienen ningún punto de contacto, advirtió hoy el Kremlin.

 

El vocero presidencial ruso Dmitry Peskov precisó que ligar ambas situaciones es “inapropiado”, son temas diferentes y añadió que hasta ahora, no hay la más débil evidencia de que la caída del Airbus 321 se haya debido a un acto terrorista.

 

Agregó que para las autoridades rusas no hay un límite para cerrar la investigación de la caída del vuelo 9268 de Kogalymavia, que despegó del balneario egipcio de Sharm al-Sheikh rumbo a San Petersburgo con 224 pasajeros y tripulantes a bordo el pasado sábado.

 

En tanto, los medios de información rusos destacan la versión de que un destello de luz y calor fue detectado por un satélite de Estados Unidos justo cuando ocurrió la caída a tierra del avión ruso, donde todos los viajeros a bordo murieron.

 

La información fue difundida por la cadena estadunidense de noticias CBS anoche, con la advertencia de que se analizaba aún ese destello.

 

Por su parte, la agencia rusa de noticias Itar Tass también indicó que está en investigación una serie de componentes que no parecen pertenecer al avión de la línea rusa, y que fueron encontrados en el lugar donde se estrelló.

 

Los expertos ya analizan esos componentes, que podrían corresponder a equipo de buceo, pues la mayoría de los pasajeros eran turistas, añadió el reporte.

 

En tanto el Centro Nacional de Crisis informó que en San Petersburgo, en el noroccidente ruso, ya se encuentran 140 cadáveres y 100 partes de cuerpos correspondientes a pasajeros y tripulantes del vuelo 9268, de los cuales se han identificado nueve.