La baja en las tarifas que reportan las principales aerolíneas estadunidenses, frente a los incrementos que muestran las mexicanas, y las previsiones de que esta disparidad se mantendrá prenden las alertas ante una eventual guerra tarifaria en caso de que el Senado ratifique el convenio bilateral en materia de aviación.

 

De acuerdo con los reportes financieros del tercer trimestre del año, dados a conocer hace unos días, algunas de las empresas estadunidenses más importantes del sector como United Airlines y Delta, así como la línea de bajo costo Sotuhwest, por ejemplo, mostraron reducciones de alrededor de 5% en su ingreso por pasajero-kilómetro (Yield).

 

En el caso de México, Aeromexico y Volaris, sus resultados trimestrales muestran incrementos en los precios por kilómetro a sus pasajeros de 0.1% y 3.4%, respectivamente.

 

“En el momento que se observe una disparidad en precios, resultado de la falta de una política aeronáutica bien definida, las aerolíneas nacionales verán una reducción en la demanda de pasajeros, quienes preferirán a la competencia estadunidense porque serán más benéficas para sus bolsillos”, comentó el consultor aeronáutico, Fernando Gómez Suárez.

 

Un búsqueda en portales de viajes da cuenta de que vuelos desde México a Los Ángeles, Las Vegas, Nueva York o San Antonio pueden costar entre 500 y dos mil pesos más baratos en aerolíneas estadunidenses que nacionales.

 

De acuerdo con el también académico de la Universidad Panamericana, los viajeros migratorios, que trabajan por temporadas en Estados Unidos, así como los turistas, serían el principal sector que voltearía hacia aerolíneas de aquel país si entra en vigor el nuevo convenio, debido a que son las que están bajando más sus costos.

 

Los reportes de las empresas de aviación estadunidenses atribuyen esta reducción en gran medida a la fortaleza del dólar frente a otras monedas, entre ellas el peso, lo que se prevé continué hasta el siguiente año, según analistas económicos.

 

“La política bilateral de cielos abiertos incluye el tema de las quintas libertades, que es el tema de subir y bajar pasaje y carga de un destino nacional a otro internacional, lo que prevé un incremento de pasajeros entre ambos países, pero que podría resultar contraproducente para las empresas nacionales por el tamaño de su flota y también por las tarifas”, añadió Gómez Suárez.

 

Con 350 aviones contra siete mil, México tiene desventaja frente a Estados Unidos en el transporte de pasajeros. Y es que seis aerolíneas estadunidenses tienen 52.3% del tráfico de pasajeros internacionales entre ambos países, mientras que las tres principales empresas mexicanas operan 32.9%.