Duelo de invictos en el que sólo uno podía sobrevivir y en ese rubro los Broncos tenían mucho más que los empacadores. Y claro que para ello se puede nombrar una gran diferencia: Peyton Manning, el mismo que llevó a Denver a derrotar 29-10 a los empacadores de Green Bay de un Aaron Rodgers que nunca pudo explotar.
Más diferencia: el cuadro defensivo de los Broncos, tal y como lo ha sido durante toda la campaña, que presionó en todo momento al mariscal de campo de los Empacadores, siempre ganando la batalla de línea y anulando por completo el ataque terrestre de los de la bahía.
A pesar de que Manning continúa sin ser una aplanadora, ayer no tiró para anotación, sí tiro para 340 yardas y tuvo un gran apoyo en sus corredores: Ronnie Hillman y C.J. Anderson, quienes corrieron para 60 y 101 yardas, respectivamente.
Y fueron ellos los que estuvieron a cargo de las celebraciones: dos de Hillman brindaron una ventaja a los Broncos que jamás dejarían escapar, esto a pesar de que una corrida de 3 yardas de Eddie Lacy acercaba a los Empacadores.
Con el marcador 17-10 a favor de los locales, Anderson se escapó 28 yardas hacia la Zona de Anotación e inmediatamente después, en la primera jugada de la serie de los Empacadores, Aaron Rodgers soltó el ovoide, mismo que fue recuperado en la zona roja, lo que significó un safety a favor de Denver y dos puntos más a la registradora.
Aaron Rodgers jamás estuvo cómodo tras la bolsa de protección y sus escasas 77 yardas por aire son el reflejo. Por otra parte, Manning lanzó para 340 yardas, suficientes para ganar la posesión de tiempo y mantener el invicto.