Ángel Aguirre Rivero, ex gobernador de Guerrero, defendió su actuación como servidor público en el marco de las agresiones que se registraron el año pasado contra los normalistas de Ayotzinapa por parte de efectivos de la policía municipal de Iguala.

 

En entrevista con 24 HORAS, afirma que su carrera política no ha concluido, por lo que afirma impulsar un movimiento social fuera del ambiente político y de los partidos políticos para los próximos meses en su entidad natal, en Guerrero.

 

¿Qué pasa en Guerrero con la seguridad?

 

Creo que se tiene que visualizar la necesidad de cambiar una estrategia. No basta con que sean bien más policías. No es suficiente que vayan más elementos del ejército de la Marina o de la Policía Federal. Estoy convencido que la violencia no se puede contrarrestar con armas. Guerrero necesita un trato especial, es un asunto de seguridad nacional, Guerrero necesita programas que verdaderamente le den la oportunidad de empleo a muchos de nuestros jóvenes.

 

¿Alguna autoridad lo ha citado a declarar?

 

No me han solicitado ninguna información en particular, de hecho, yo me presente voluntariamente ante la Procuraduría General de la República hace más de mes y medio, hay una apertura en el expediente.

 

¿Tiene usted relación con algún grupo delincuencial?

 

Precisamente en este documento, señaló de manera categórica y me desmarco de algún posible vínculo con algún elemento grupo de la delincuencia organizada.

 

¿Y su relación con la familia Abarca?

 

La relación con el señor Abarca y su esposa se dio en el marco institucional. Cuando yo acudí en algunas ocasiones a la ciudad de Iguala a inaugurar alguna obra o a supervisar algún programa.

 

¿Qué pasó con usted cuando sabe de la agresión contra los estudiantes?

 

Tan pronto como fui enterado de los hechos, de inmediato instruí a los funcionarios responsables de cada una de estas áreas, como el procurador, el secretario general de Gobierno, el secretario de seguridad pública, desde luego al secretario de salud, a que se abocaran atender a todas aquellas personas que requerían auxilio médico, de eso tenemos constancia.

 

¿Y que pasó con las instancias de seguridad?

 

La Procuraduría Guerrero, hoy fiscalía, de inmediato procedió a llevar a cabo el desarme de toda la policía municipal de Iguala. Esta acción nos permitió que se dieran las primeras acciones donde el entonces procurador, Iñaki Blanco, invitó a los jóvenes que habíamos rescatado para que identificaran a algunos que sus agresores, derivado de esto hubo 16 policías municipales a los que de inmediato se procedió su consignación.

 

¿Fue injusta su salida del gobierno de Guerrero?

 

Yo creo que esa valoración le debe hacer la misma sociedad de Guerrero y la mexicana. Yo dije desde el momento que presente licencia que no me iría de México. He sido prudente, pero en aquella carta de renuncia al Partido de la Revolución Democrática me puse a disposición de las autoridades federales y de cualquier otra instancia para que fuera investigado.

 

¿Tiene usted responsabilidad sobre estos hechos?

 

A mí no me toca decirlo, en todo caso serán las autoridades que están investigando.

 

¿Qué piensa de la verdad histórica de la PGR?

 

El trabajo que hizo el procurador Murillo es un trabajo muy serio y muy profesional. Pero ha habido otro tipo de elementos que han venido, hoy, a darle de alguna manera un giro a la investigación. Lo importante es que yo veo que hay voluntad del gobierno federal para que este tipo de actores coadyuven y contribuyan para que toda la sociedad mexicana conozca la verdad estos hechos tan tristes.

 

¿Está siendo investigado?

 

Yo no me encuentro inmerso en ningún proceso investigación. Yo acudiré de manera voluntaria hacer mi declaración como testigo; y si la Procuraduría me llegara a requerir, aquí estoy.

 

¿Qué relación tuvo con los alumnos de la escuela rural?

 

Construí una buena relación al inicio de mi mandato. Que yo recuerde, he sido el último gobernador de los últimos años que visitó personalmente las instalaciones de la normal.

 

Tenemos constancia de los apoyos que les hicimos a los jóvenes. Invertimos más de 60 millones en la remodelación de sus edificios y sus dormitorios.

 

¿Abogó por ellos?

 

Claro, les entregue un autobús, les entregue un tractor, les incrementé la cuota que se les otorgaba sobre su alimentación. Les proporcioné computadoras a los alumnos de tercer grado y siempre me esmeré para que la normal rural de Ayotzinapa fuera más fuerte, también desde el punto de vista académico.

 

¿Para qué les donó un autobús?

 

Para pedirles que dejaran de secuestrar autobuses, les dije que ése no era el camino, y a eso respondió también mi disposición de incrementarles el monto de las cuotas por alimentación, que hoy por hoy los coloca como uno de los estudiantes que reciben una mejor alimentación en el país.

 

¿Concluyó su carrera política?

 

Yo creo que un político termina su carrera política hasta que se muere, un político puede hacer política no necesariamente teniendo una responsabilidad pública. Lo podemos hacer a través a través de los medios de comunicación, escribiendo, lo podemos hacer en la academia, lo podemos hacer de muchas cosas.

 

¿Qué tiene planeado hacer para los próximos meses?

 

Dentro de poco haré un movimiento, lo estoy conversando con otros compañeros, que va orientado a presentar un proyecto a la social civil de Guerrero, y a través de la fundación que tengo desde hace varios años para combatir el cáncer cervicouterino y mamario, ya tenemos cinco clínicas en el estado de Guerrero. Sin cargo público y sin partido político. Ahora están de moda los independientes.