El negocio de la comercialización de la política y sus actividades gubernamentales en nuestro país aún está en vías de desarrollo, sobre todo con el auge de la era digital, consideró Andrea Rodríguez, directora del Congreso de Marketing Político, que se realizó este fin de semana en la Ciudad de México.

 

La especialista en métodos y técnicas para desarrollar una comunicación efectiva a favor de la sociedad explicó que los políticos están obligados, toda vez del avance de las nuevas tecnologías, a usar un método adecuado para difundir campañas políticas y gestión gubernamental.

 

Durante la primera jornada y con la participación de Roy Campos, Gabriela Warkentin, Javier Sánchez Galicia, entre otros especialistas en este ramo, se desarrollaron temáticas como el uso eficiente de las encuestas en jornadas electorales.

 

“Los políticos ocupan las encuestas para convencer a grupos determinados o para persuadir a los financieros externos internacionales para que respalden sus campañas políticas debido a que el dinero privado es restringido”, consideró por su parte el articulista y politólogo Federico Berrueto.

 

En su exposición señaló que hay una crisis de credibilidad en las encuestas, “hay una suerte de corrupción en el trabajo de campo”, sobre el riesgo que implica hoy en día la aplicación de las encuestas en campañas políticas.

 

Sin embargo, advirtió que es gracias a las encuestas de opinión que los políticos obtienen la adhesión de grupos específicos y recursos financieros, porque utilizan las encuestas como “argumento” para obtener apoyo de diversos grupos sociales.

 

El también director del Gabinete de Comunicación Estratégica advirtió que se debe cuidar la metodología de las encuestas, en especial, lo relativo al trabajo de campo de los encuestadores porque en muchas ocasiones cuando se subcontrata a los responsables del trabajo de campo se incurren en fallas.

 

En su oportunidad, la académica Gabriela Warkentin, expresó que en una campaña de carácter electoral el político busca resaltar su experiencia, estudios y habilidades como administrador público.

 

Sin embargo, dijo, en ocasiones también se centra en desestimar a su competidor, y “eso en política, desde los catedráticos y expertos, es totalmente válido porque es parte de una estrategia política”.

 

De acuerdo con la especialista en comunicación esta forma de hacer política “no necesariamente es mentirosa, sino que se toma una parte de lo que se dice y precisamente funciona porque cumple con dos efectos: se logra que la información negativa tenga más peso que la positiva en las evaluaciones; y una simplificación de la información cuyo resultado es la concepción de héroes o villanos”.

 

Explicó que para que funcione una campaña es necesario centrarse en aumentar la atención de los ciudadanos o incrementar su interés por la campaña, además de que “obliga al competidor a ocupar tiempo y distraer recursos para defenderse, y con esto se hace que el político funcione con la agenda de quien diseña la campaña negativa”.

 

El Congreso de Marketing Político se lleva a cabo cada año en la Ciudad de México y está enfocado a comunicadores, estudiantes, funcionarios públicos, legisladores, gobernantes, candidatos a puestos de elección popular, asesores, integrantes de campañas políticas, entre otros.