WASHINGTON. Los presidentes de Estados Unidos, Barack Obama, y de Rusia, Vladimir Putin, celebrarán el próximo lunes en Nueva York su primera reunión bilateral formal desde el inicio de la crisis ucraniana con la anexión rusa de Crimea en marzo de 2104, un tema que dominará el encuentro entre ambos junto con el conflicto sirio.

 

Será el primer cara a cara entre los dos líderes desde noviembre pasado, cuando dialogaron brevemente en Pekín durante la cumbre del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC) y unos días después volvieron a coincidir en el encuentro del G20 (países desarrollados y economías emergentes) celebrado en Australia.

 

Unos meses antes, en junio de 2014, Obama y Putin se vieron y hablaron durante unos 15 minutos durante los actos en Francia para conmemorar el 70 aniversario del desembarco aliado en Normandía.

 

La última conversación telefónica entre ambos de la que se ha informado tuvo lugar el pasado julio y fue acerca de las negociaciones para el histórico acuerdo nuclear alcanzado con Irán.

 

El encuentro que celebrarán el lunes en Nueva York, en el marco de los debates anuales de la Asamblea General de las Naciones Unidas, fue una “petición” de Putin, según explicó en una declaración enviada a Efe y bajo anonimato un alto funcionario de la Casa Blanca.

 

“Un cara a cara parece apropiado ahora”, comentó por su parte en su rueda de prensa diaria el portavoz de la Casa Blanca, Josh Earnest, quien agregó que la prioridad de Obama es abordar la crisis ucraniana.

 

En Moscú, el portavoz del Kremlim, Dmitri Peskov, indicó que la reunión de Putin con Obama tendrá lugar el lunes después de la que el mandatario ruso celebrará con el primer ministro de Japón, Shinzo Abe, en los márgenes de la Asamblea General de la ONU.

 

“Dada la situación en Ucrania y Siria, a pesar de nuestras profundas diferencias con Moscú, el presidente (Obama) cree que sería irresponsable no probar si podemos hacer progresos a través de contactos de alto nivel con los rusos”, argumentó el alto funcionario estadounidense en la declaración.

 

En particular, “nuestros socios europeos han subrayado la importancia de un mensaje unificado sobre la necesidad de la plena aplicación de los acuerdos de Minsk”, detalló con respecto a la situación en Ucrania.

 

El alto funcionario señaló, además, que Obama se centrará en tratar de garantizar que Moscú “cumpla” los compromisos adoptados en Minsk y ese será “el mensaje central” de la reunión con Putin.

 

Desde la anexión de Crimea, el Gobierno de Obama ha impuesto diversas sanciones económicas a Rusia en colaboración con sus socios de la Unión Europea (UE).

 

Además, EU considera que Rusia no está cumpliendo los acuerdos de Minsk, firmados en febrero pasado para atajar el conflicto en el este de Ucrania entre los rebeldes pro-rusos y las fuerzas de Kiev, y que ha causado unos 8 mil muertos, en su mayoría civiles, según los últimos datos de la ONU.

 

A la preocupación por el conflicto en Ucrania se suma la que también tiene el Gobierno de Obama ante el aumento del despliegue militar ruso en Siria, lo que se ve en Washington como un intento del Kremlin de incrementar su apoyo al régimen del presidente Bachar al Asad.

 

Esta semana, funcionarios del Pentágono estadounidense aseguraron que Rusia ha desplegado hasta 28 cazas en el oeste de Siria y ha comenzado a operar vuelos de vigilancia con drones.

 

Desde Londres, el secretario de Estado de EU, John Kerry, afirmó el pasado fin de semana que Rusia e Irán pueden colaborar para que Asad renuncie y se asegure así una transición política en Siria.

 

Hoy el portavoz del Departamento de Estado, John Kirby, insistió en que Kerry sigue pensando que la mejor solución al conflicto en Siria es una “transición política” y admitió que la situación se ha vuelto “más complicada” con el aumento de la presencia militar rusa en ese país.

 

Estados Unidos lleva presionando diplomáticamente en favor de una salida negociada de Asad desde el comienzo de la guerra civil en 2011, pero la oposición moderada al régimen se ha ido desinflando frente a los avances de los yihadistas del Estado Islámico (EI) y el Frente Al Nusra.