BUDAPEST. Las autoridades húngaras interceptaron hoy un tren que trasladaba refugiados de Croacia a Hungría, desarmaron a unos 40 policías croatas que los custodiaban y detuvieron al maquinista, según el jefe de la unidad de emergencias magiares, Gyorgy Bakondi.

 

Bakondi explicó que el tren croata llegó al paso fronterizo húngaro de Magyarbóly sin previo aviso, tal como el resto de trenes y autobuses que llegaron de Croacia y que sumaron hoy un total de 4 mil refugiados, según unas declaraciones recogidas por la televisión estatal M1.

 

Las fuerzas de seguridad húngaras registraron y desarmaron a los agentes croatas antes de devolverlos a su país, mientras que los cientos de refugiados que viajaban en el tren han sido trasladados a un centro para ser identificados y registrados.

 

El portavoz del Gobierno húngaro, Zoltan Kovacs, definió el incidente como una “violación grave del derecho internacional” por parte de Croacia al entrar los agentes en territorio húngaro sin el consentimiento del Ejecutivo magiar.

 

Con la llegada de unos 17 mil refugiados en apenas 72 horas, el primer ministro croata, Zoran Milanovic, declaró que su país de 4,2 millones de habitantes ya no podía hacer frente a la situación y dirigió a los recién llegados en trenes y autobuses a la vecina Hungría.

 

El ministro de Exteriores húngaro, Peter Szijjarto, dijo en una rueda de prensa en Belgrado que no existe ningún acuerdo entre Budapest y Zagreb sobre el traslado de refugiados a Hungría y cargó con dureza contra Croacia.

 

Szijjarto solicitó a las autoridades croatas “no propagar mentiras” sobre un acuerdo, al tiempo que reiteró que Hungría ya ha comenzado a levantar una nueva valla a lo largo de 41 kilómetros de la frontera croata para impedir el paso ilegal de migrantes.

 

“En vez de ayudar a la gente, Croacia está alentando a masas y masas de personas a cometer un delito penal, ya que el cruce ilegal de la frontera es un delito”, sostuvo Szijjarto en alusión a la legislación que entró en vigor esta semana en Hungría.

 

Hungría selló el pasado martes su frontera con Serbia y la oleada de refugiados que llegaron en las últimas semanas al país se dirigieron a Croacia con el objetivo de seguir su camino hacia Europa Occidental.