NUEVA YORK. Serena Williams no logrará el primer Grand Slam en casi tres décadas, y ni siquiera la encargada de estropearlo puede creérselo.

 

Roberta Vinci, una italiana de 32 años que ocupa el puesto 43 del ranking mundial, dio una de las mayores sorpresas en la historia del tenis al derrotar el viernes 2-6, 6-4, 6-4 a Williams en las semifinales del Abierto de Estados Unidos.

 

Se trata de un revés más que inesperado para Williams, la número uno del mundo, abrumadora favorita y campeona de los tres primeros majors del año. La estadounidense buscaba el primer Grand Slam desde que Steffi Graf lo consiguió en 1988.

 

“Es el mejor momento de mi vida”, dijo Vinci en una cándida entrevista a pie de cancha, donde fue ovacionada por un estadio Arthur Ashe repleto.

 

Cuando le preguntaron si al levantarse el viernes visualizaba semejante victoria, la oriunda de Taranto, un pequeño pueblo en el sur de Italia, se sinceró: “No”, respondió con una enorme sonrisa, ante las risas y aplausos del público. “En serio, es verdad. Cuando me levanté me dije, ‘estoy en una semifinal, juego contra Serena, disfrútalo’. Pero no esperaba (ganar), no”.

 

Después de perder el primer set, Vinci mantuvo el pulso y aprovechó los nervios de Williams, quien con 21 títulos de Grand Slam todavía está a uno de Graf y a tres del récord de Margaret Court.

 

Y mientras más se acercaba a un triunfo que ni ella misma esperaba, la estrategia de Vinci se simplificó.

 

“En mi mente me decía, ‘sólo mete la pelota en la cancha. No pienses que Serena está del otro lado. Sólo mete la pelota y corre”’, relató la italiana, cuyo mejor resultado en un major era la cuarta ronda de Wimbledon y del Abierto de Francia.

 

El triunfo de Vinci significa que el US Open tendrá una final italiana: su oponente el sábado será Flavia Penneta, quien derrotó 6-1, 6-3 a la segunda preclasificada Simona Halep.