La LXII Legislatura del Congreso de la Unión arrancó con una iniciativa preferente en materia laboral, lo cual marcó el ritmo de trabajo. Luego vinieron las iniciativas de las reformas estructurales: energética, telecomunicaciones, hacendaria, fiscal y educativa.

 

Durante estos tres años se aprobaron 527 dictámenes, 35 reformas constitucionales, 42 nuevas leyes, 419 reformas a leyes ya existentes y 31 decretos. De este universo se avalaron 18 reformas constitucionales que ya están en vigor y una más se encuentra en curso de ser aprobada.

 

El bullicio en el Palacio Legislativo de San Lázaro se apagó. Las oficinas de diputados lucen semivacías y asesores y secretarias particulares dejaron ya de asistir a sus labores desde hace varios días. La LXII Legislatura del Congreso de la Unión está a punto de fenecer.

 

Las negociaciones, los debates, las agresiones verbales y las acusaciones entre diputados cesaron. Se reanudarán el 1 de septiembre con la entrega del Tercer Informe de Gobierno. Esa tarde, las ocho fracciones parlamentarias fijaran postura, y concluirá el ayuno parlamentario.

 

Los trabajos de reparación de paredes y pisos iniciaron. El adoquín negro, que se ha levantado en algunos lugares por el hundimiento de una de las sedes del Poder Legislativo, empezó a ser sustituido por piezas nuevas.

 

También se renuevan los focos fundidos de los pasillos laberínticos.

 

El salón de sesiones no sufrió cambios, se queda la misma alfombra; los sillones de piel fueron limpiados de arriba a abajo y recibieron mantenimiento dos enormes tableros de votación y las 500 computadoras –una por cada diputado-.

 

Todo marcha conforme lo establecido en el calendario. Como en una máquina, las piezas deben operar a la perfección cuando empiecen a llegar, a partir del 20 de agosto, los nuevos legisladores, quienes iniciarán sus labores haciendo su respectivo registro, tomándose la foto para su credencial y plasmando su huella digital.

 

Posteriormente, recibirán por parte del personal de cómputo un curso en el que les enseñarán el manejo del tablero.

 

A unos días de que concluya la actual legislatura -que ha sido calificada como la más productiva de la historia- más del 90% de las oficinas de los actuales diputados ya han sido entregadas a la Secretaria General.

 

Las oficinas que albergan las decenas de comisiones ordinarias, especiales y de investigaciones se encuentran cerradas. En las puertas se colocaron sellos de seguridad y ahora están bajo resguardo de la Cámara de Diputados.

 

En las sedes de los grupos parlamentarios del PRI, PAN, PRD, PVEM y Nueva Alianza acude sólo el personal necesario para que operen, en tanto que las oficinas de Movimiento Ciudadano, del Partido del Trabajo y Morena están abandonadas.

 

En algunos despachos, como el del diputado Carol Altamirano, se encuentran algunos letreros. En este caso dice: “Por favor dejar la correspondencia en la recepción que se encuentra en la Planta Baja” y, en otros, ya fueron retiradas de las puertas los nombres de los diputados salientes.

 

La explanada central donde se localiza el asta bandera luce desolada. Pocos caminan por ahí y las bancas están vacías.

 

Los hombres que se dedican al aseo y lustre de zapatos pasan la mayor parte del tiempo platicando o viendo los televisores que fueron instaladas en su local.

 

“Se han caído las boleadas en más del 50%, ya que son pocos diputados los que llegan a San Lázaro y sólo vienen a sus oficinas los que están en la Permanente, pero esta se lleva a cabo en el Senado”, comentó Nacho.

 

Estamos esperando, dijo, a que lleguen los nuevos diputados para que mejore el panorama.

 

En tanto, los meseros del restaurante “La Mansión” salen a tomar el sol, ya que la clientela ha bajado considerablemente desde hace más de un mes y que ahora se ha agudizado pues la mayoría de los legisladores y asesores ya dejaron sus oficinas.

 

Los vendedores de tacos de guisado, de canasta, de jugos, gorditas y quesadillas, así como de tortas, comida china y corrida, que tienen muchos años de vender sus productos, sufren los efectos del receso y el cambio de legislatura.

 

Crescencio Vidal, dueño de uno de los locales donde se expenden tacos de guisado, comenta que el panorama empezará a mejorar a partir del 20 de agosto cuando empiecen a llegar los nuevos diputados. “La cosa está muy fea, apenas sacamos lo del día”, dijo.

 

Con la nueva composición de la Cámara de Diputados se espera que algunas oficinas que ocupa actualmente el Grupo Parlamentario del PAN en el edificio H pasen a manos del PVEM y del PRI.

 

En el caso del PRD, tendrá que compartir alguno de los pisos del edifico “B” con Morena y las instalaciones que venía ocupando el PT serán ahora utilizadas por Encuentro Ciudadano.

 

A unos días de que concluyan los trabajos en el Palacio Legislativo de San Lázaro todavía se observa como trabajadores con “diablitos”, bajan cajas y libros de sus jefes.

 

Las áreas del estacionamiento subterráneo han sido repintadas de color amarillo y blanco. El fuerte olor a thinner aún no se disemina totalmente.

 

 

“El rey ha muerto, viva el rey”, podría ser el colofón de lo que se está viviendo actualmente en la Cámara de Diputados.