Los datos de la economía de Estados Unidos están en la mesa, muchos de ellos al mes de julio, para evaluar si la Fed aumentaría por primera vez desde 2006 su tasa de referencia en septiembre o bien, lo haría en octubre o diciembre próximos.

 

Existen posturas dominantes que esperan que la Fed inicie el alza en su reunión de política monetaria de los próximos 15 y 16 de septiembre. Sin embargo, desde un punto de vista personal aún existen variables que pueden hacerla dudar para dar ese primer paso en dicha reunión.

 

Nuestra postura se ubica más hacia el mes de octubre o diciembre próximo y comentamos el porque.

 

Las variables más importantes para la Fed son la inflación y el empleo. Entre esta y la próxima semana se conocerán los datos de precios al productor y al consumidor al mes de julio, mientras que el pasado viernes conocimos el dato de empleo a julio.

 

En los últimos meses los precios al productor han reducido su nivel “deflacionario”. La general se ubica aún “negativa” y la inflación al productor “subyacente” (la que descuenta alimentos y energía) está por debajo del 1.0% anual.

 

Federal_Reserve

 

En lo que respecta a la inflación al consumidor hemos visto algunos datos de confianza al consumidor que en julio “han perdido cierto impulso” respecto a su situación actual como en su perspectiva futura.

 

Los datos al consumidor muestran apenas un crecimiento en su inflación anual por arriba de cero, mientras que al descontar alimentos y energía (conocido como el “core”) se ubica en 1.7% por debajo del objetivo de la Fed de 2.0%

 

Por el lado del empleo, el pasado viernes conocimos la creación de 215 mil nuevas plazas de acuerdo con la nómina no agrícola, un dato que sin duda es adecuado para una tasa de crecimiento de la economía alrededor de 2.0-2.3% anual. Sin embargo, si evaluamos las condiciones de todo el año en promedio se han creado 211 mil nuevas plazas. Del total de 1.48 millones de nuevos empleos creados en este 2015, sólo 80 mil se ubican en bienes de producción. La tasa de participación de 62.6% sigue baja y el ingreso por hora es aún bajo inferior al 2.0% anual. Vemos un empleo creciendo, pero muy heterogéneo.

 

Si a estas dos grandes variables para la Fed le sumamos que la producción industrial está en fase de estabilización tras un fuerte desacelere, el sector vivienda recupera espacios pero aún está rezagado respecto a su caída de 2007 y además, muy sensible al movimiento de tasas de interés, y sólo el sector servicios sigue con alto dinamismo, un aumento en la tasa de interés con esta información no se ve muy clara por el momento. El crecimiento de la economía en el primer semestre del año fue apenas fue de 1.35% con el último dato preliminar del segundo trimestre (2.3%).

 

Por ello, considero que la Fed debería esperar a conocer todos los datos al cierre del tercer trimestre del año y evaluar si existe en realidad un escenario seguro para que la economía americana tenga un crecimiento muy superior y en su caso adelantarse a un efecto de riesgo inflacionario. Eso me lleva a pensar que al menos sería en octubre o con mayor necesidad de información hasta diciembre cuando la Fed pudiera tomar la decisión.

 

Lo que sí es importante considerar es que este aumento también es un tema de “credibilidad” que de no hacerlo sería muy perjudicial para todos incluyendo a los mercados y economía de Estados Unidos y por ende mundial. Las apuestas están en el aire.