Ricardo Ferretti es el candidato que tiene más argumentos para suceder a Miguel Herrera al frente de la Selección Nacional. Técnico formado en México, Tuca tiene una carrera de 24 años a lo largo de los cuales se ha forjado una fama de congruencia, ha logrado cierta autoridad moral en un ámbito en el que esos atributos son más bien escasos y sabe cómo ser un líder; lo fue como jugador y los que han sido dirigidos por él dan fe de que lo sabe ser también desde el banquillo.

 

Tiene otra cosa a su favor que le han dado esos años: la experiencia de manejar la máxima presión en equipos como Chivas y Tigres dirigiendo estrellas, con aficiones demandantes y acostumbrado a la alta intensidad mediática. Incluso, ya vivió una sublevación cuando José Cardozo lo enfrentó en el Toluca, al que al final debió abandonar tras una campaña de guerra sucia que llegó hasta amenazas de muerte de parte de aficionados.

 

También ya vivió un proceso mundialista como auxiliar de Miguel Mejía Barón en Estados Unidos 94. Y desde siempre ha estado rodeado por auxiliares capaces como Hugo Hernández y ahora el propio Mejía.

 

No sólo eso. Ferretti es un tipo que tiene ideas claras y es congruente con ellas. Su autoridad moral y profesional le ha permitido imponer condiciones a los directivos. En los Tigres él es quien tiene la última palabra en cuanto a todos los aspectos deportivos, incluyendo las contrataciones. Y de eso es fruto que su equipo esté en la Final de la Copa Libertadores.

 

Ferretti ya dijo una vez que no estaba interesado en entrenar a la Selección. Ha sido consistentemente crítico de la planeación del equipo y de los partidos “moleros” que juega el equipo constantemente en Estados Unidos. Ese tema es importante porque desde Ricardo La Volpe, y salvo el lapso de Javier Aguirre en 2010, los entrenadores han ido perdiendo autoridad al grado de que Herrera aceptaba cualquier solicitud de los dirigentes y equipos, ya fuera partidos intrascendentes, múltiples compromisos comerciales o permisos para tal o cual jugador de no presentarse con el equipo.

 

En su contra, Ferretti tiene que no es el más simpático, al menos no cuando se le viene la presión encima. Tampoco se esperará de él que tenga el desenfado del mejor equipo del Piojo. Sabe construir equipos sólidos, que no regalan nada, pero sólo ha ganado tres títulos en 24 años. Ferretti, naturalizado mexicano desde 2006, es una opción diferente. Más que él, es el Tri el que se merece la oportunidad de una opción diferente al mando.