ATENAS. El Gobierno griego afrontará una nueva prueba de solidez en la votación en el Parlamento del segundo paquete de reformas acordadas con la eurozona, que ha generado disidencias en el seno de su propio partido, el izquierdista Syriza.

 

El proyecto de ley, que incluye la reforma del código civil y la incorporación a la legislación griega de la directiva europea sobre saneamiento de bancos, fue presentado ayer en la Cámara y está previsto que se vote en el pleno de hoy por la noche.

 

El primer ministro griego, Alexis Tsipras, llamó a la unidad de los diputados de Syriza y criticó que los que se han posicionado en contra del acuerdo no hayan presentado “ninguna propuesta alternativa”.

 

“Si algunos creen que un plan alternativo de izquierdas es el plan Schäuble, coger la reserva de billetes del Banco Central Europeo (BCE) o pagar a los pensionistas con papeles ‘IOU’ en lugar de con sus pensiones, que lo expliquen al pueblo griego y que dejen de ocultarse detrás de mi propia firma”, destacó Tsipras en una reunión con su equipo.

 

También subrayó que “el Syriza ‘de partido’ debe coincidir con el ‘social’ para cumplir las expectativas de decenas de miles de personas que han puesto sus esperanzas” en ellos.

 

Los cambios en el código civil que se votarán persiguen acelerar los procesos judiciales y reducir sus costos.