ATENAS. La agencia de calificación Fitch rebajó hoy la nota crediticia de la deuda soberana griega hasta “CC” desde “CCC” debido a la ruptura de las negociaciones entre el Gobierno y las instituciones, lo que aumenta el riesgo de impago por parte de Grecia.

 

“La ruptura de las negociaciones entre el Gobierno griego y sus acreedores ha incrementado significativamente el riesgo de que Grecia no sea capaz de hacer frente a sus obligaciones de deuda en los próximos meses, incluidos los bonos mantenidos por el sector privado”, afirmó Fitch en un comunicado.

 

La agencia agregó que considera “probable” un impago “de la deuda del Gobierno a los acreedores privados”.

 

Fitch advierte además de que si en el referéndum del próximo domingo, en el que los ciudadanos deberán votar si aceptan o no la propuesta de los socios, gana el ‘no’ “aumentaría drásticamente el riesgo de una salida de Greca de la eurozona”.

 

La victoria del ‘sí’ que es “el resultado más probable” según los sondeos, dice Ficth, tampoco evitaría algunos riesgos, pues la situación financiera del país seguiría siendo delicada.

 

La agencia señala que el “colapso” de las negociaciones llevó al Banco Central Europeo (BCE) a no aumentar el techo de créditos de emergencia al que los bancos griegos pueden acceder a través del mecanismo de liquidez de urgencia (ELA), lo que a su vez, obligó al Gobierno a imponer este lunes un control de capital con las correspondientes restricciones bancarias.

 

Fitch estima que estas restricciones conducirá a la economía griega a registrar un 1.5 % de recesión este año.

 

La agencia ya había situado hoy en “impago restringido” a los cuatro grandes bancos griegos, debido a la aplicación del control de capitales, que incluye medidas como limitar a 60 euros diarios la retirada de efectivo en cajeros, así como a las pocas perspectivas de recuperación.

 

La devaluación de la nota del Banco de Grecia, el Banco del Pireo, Eurobank y Alpha Bank, refleja la visión de la agencia, que considera que estas entidades habrían declarado suspensión de pagos si no se hubiera aplicado el control de capitales, tras la decisión del BCE.