LONDRES. El ministro británico de Exteriores, Philip Hammond, afirmó que su Gobierno contempla la opción de adelantar el referéndum sobre la permanencia del Reino Unido en la Unión Europea (UE), inicialmente fijado para antes de que concluya 2017.

 

Al abrirse el debate parlamentario sobre la ley que permitirá convocar dicha consulta, Hammond subrayó que, antes de llevarla a cabo, el Ejecutivo del primer ministro británico, el conservador David Cameron, confía en alcanzar un acuerdo con Bruselas para acometer “un cambio fundamental en el modo de funcionar de la Unión Europea”.

 

“Es necesario que se reconozca explícitamente que aquellos países que no son parte del núcleo (de la eurozona) no necesitan una unión cada vez más estrecha. A medida que la UE avanza, debe haber una protección explícita de los intereses de aquellos miembros que no forman parte de la eurozona”, dijo Hammond, en clara referencia al Reino Unido.

 

El ministro de Exteriores reiteró que su gobierno se ha comprometido a convocar la consulta antes del fin de 2017, si bien subrayó que “si el proceso se completa antes, el referéndum podría celebrarse más pronto”.

 

A preguntas de los diputados, el responsable de la diplomacia británica evitó especificar las reformas concretas a las que aspira Londres, si bien señaló que la reunión del Consejo Europeo del 25 y 26 de junio será una cita clave para conocer en detalle las demandas del Reino Unido.

 

En su intervención en los Comunes Hammond defendió la necesidad de que el voto en el referéndum quede restringido a los ciudadanos británicos, de modo que queden exentos los comunitarios residentes en el Reino Unido, “cuyos intereses podrían ser muy distintos a los de los británicos”.

 

“La gran mayoría de los británicos quieren que el Reino Unido permanezca en la Unión Europea, siempre que podamos reformar la UE y la relación del Reino Unido con ella de forma que satisfaga y de respuesta a los puntos cruciales para nosotros”, dijo Hammond.

 

El Parlamento británico respalda la ley

 

El Parlamento británico dio luz verde a continuar tramitando el proyecto de ley que permitirá convocar un referéndum sobre la salida o permanencia del Reino Unido en la Unión Europea (UE), con 544 votos a favor y 53 en contra.

 

La oposición laborista respaldó la ley impulsada por el primer ministro, el conservador David Cameron, que aspira a reformar la relación entre el Reino Unido y la UE antes de celebrar el plebiscito, previsto para antes del fin de 2017.

 

El texto superó el trámite de la segunda lectura parlamentaria, la primera ocasión en la que los diputados debatían el proyecto, y pasará ahora a una nueva fase en la que los partidos propondrán enmiendas y cláusulas adicionales.

 

El ministro británico de Exteriores, Philip Hammond, que lideró el debate por parte de los conservadores, argumentó que “una generación entera” ha visto negado su derecho a pronunciarse sobre la pertenencia del Reino Unido a la UE.

 

“Han pasado casi cuatro décadas desde que yo y millones de británicos depositamos nuestro voto a favor de ser miembros de la comunidad europea”, dijo el jefe de la diplomacia británica en referencia al plebiscito de 1975 en el que el Reino Unido decidió continuar formando parte de la entonces llamada Comunidad Económica Europea (CEE).

 

“Como muchos otros millones de personas, yo pensaba que estaba votando por una comunidad económica que traería significativos beneficios económicos al Reino Unido, pero sin minar nuestra soberanía nacional”, dijo Hammond.