PARÍS. El serbio Novak Djokovic y el británico Andy Murray presentan las mejores credenciales para el próximo Roland Garros, competencia a la que el español Rafael Nadal, ganador de nueve ediciones, llega con las peores expectativas de su carrera.

 

Djokovic, el número uno del mundo, encadena 22 triunfos consecutivos, lo que le ha permitido ganar los cinco últimos Masters 1000 que ha disputado, dos de ellos en tierra batida: Montecarlo y Roma. Lo ha hecho, además, con un gran tenis. Su última derrota data del 1 de marzo pasado. Todo ello le coloca en buena disposición para sumar el único Grand Slam que falta en su palmarés.

 

Por su parte, Andy Murray se ve sicológicamente transformado. El escocés firma su mejor temporada sobre tierra batida, a priori una superficie que no se adapta bien a su tenis. Su victoria en Madrid, imperial en la Final contra Rafael Nadal (su primer triunfo ante un top ocho en tierra batida), y en Munich son credenciales suficientes. Aunque tendrá que probar que es capaz de elevar su nivel para vencer a tenistas como Djokovic o Federer.

 

Y por último está Roger Federer, número dos del mundo. El suizo vive una segunda juventud. Su calidad y fortaleza mental hacen que haya que contar con él. Aunque sus prestaciones en Roland Garros están a la baja desde 2011 y hace ya cuatro años de su última aparición en Final.