En 2009, Jaime Rodríguez Calderón, gracias a Facebook y Twitter, desterró a Los Zetas del municipio de García, Nuevo León. A más de un lustro de distancia, pretende que esas mismas redes sociales lo lleven a la gubernatura de la norteña entidad.

 

El Bronco -mote ganado por sobrevivir a dos atentados- fue militante del PRI la mayor parte de su vida, hasta que hace ocho meses renunció a la principal fuerza política del país: “es como cuando te divorcias, dejas de ser parte de esa familia y punto”, asegura.

 

Jaime Rodríguez está de visita en la Ciudad de México para encabezar la Cumbre de Candidatos Independientes, la novedosa figura incluida en las elecciones del próximo 7 de junio en todo el país, y de la cual es el principal protagonista, debido a que, sin ser postulado por un partido, diversas encuestas lo colocan como puntero en los comicios para gobernador de Nuevo León.

 

Jocoso y desenfrenado, ataja los duros cuestionamientos de su otrora militancia tricolor: “vomité al priista que llevaba dentro”, y después del peregrinar para obtener su registro como candidato independiente y gracias a su éxito durante el actual proceso electoral, su propósito es ganar la gubernatura del tercer estado que mas aporta al Producto Interno Bruto (PIB) del país: Nuevo León. Tras la victoria, de ser el caso, planea “darle seis años sabáticos a los partidos para que se mejoren”.

 

Sin una estructura ni financiamiento de partido, El Bronco lidera las preferencias electorales, ello lo atribuye a que la ciudadanía neoleonesa “está hasta la madre” de la clase política y al despliegue de una estrategia que tiene como punto neurálgico atrapar a los potenciales electores desde Facebook y Twitter.

 

“Nuestra campaña es online totalmente, tengo una red de 440 mil usuarios en Nuevo León, pongo un mensaje y me sale gratuito”. De esa cifra, presume, 36 mil ciudadanos han decidido ser voluntarios para promoverlo y vigilar la jornada electoral del próximo 7 de junio.

 

Nuevo León se encuentra entre las entidades con mayor conectividad del país, según cifras de Inegi, pues más de 60% de ciudadanos tienen acceso a internet.

 

Incluso, El Bronco se considera un adicto al Facebook y explota la gratuidad y masividad de las redes sociales para hacerse de simpatías electorales, “me gusta cotorrear con la raza, ahí me doy cuenta de todas las cosas que pasan. Vencí a los Zetas en mi ciudad con el Facebook, así los vamos a vencer en el estado”.

 

Batalla desigual

 

Jaime Rodríguez prepara la batalla para el próximo 7 de junio, sabe que vencer el voto corporativo priista y el aparato de gobierno del mandatario Rodrigo Medina es navegar contra corriente, pero su apuesta es sencilla: que cada uno de los 456 mil 963 simpatizantes de su Facebook invite a otra persona a votar por él, “con eso arrasó la elección”.

 

Y para hacer que los ciudadanos que le han mostrado su apoyo en redes lo canalicen en las urnas, “la comunicación individualizada es la mejor estrategia, vamos a convocar de manera individual a todos los electores de Nuevo León a que vayan a votar”. Es decir, enviará mensajes a cada uno de sus seguidores en redes sociales para recordarles que acudan a las urnas.

 

El Bronco quiere ser el primer gobernador independiente en el mundo, porque la democracia en México “necesita oxigeno” y que los partidos y candidatos no gasten el dinero público en enaltecer su ego.

 

Por eso en su campaña no da ” ni camisetas, ni gorras, no doy ni frutsis, ni lonches, ni cocas, ni nada”. Y durante su gobierno suspenderá la publicidad en medios de comunicación.

 

Asegura que durante su campaña sólo ha invertido 130 mil pesos en seis spots en Facebook que estaban en promoción, además, contrató 63 espectaculares y pagó 25 mil pesos para ofrecer tamales y atole a tres mil maestros con quienes se reunió.

 

A tres semanas de la elección y ante la llamada Broncomanía que ha generado, dice no ser “caudillo, ni mesías, ni Superman”, por ello, de no ganar la elección, “me regreso para el rancho a seguir mis actividades, a cuidar a mi vieja y a mis hijos, sin protestar”.