DAMASCO. El Ejército sirio hizo retroceder a los yihadistas de Estado Islámico de las áreas que habían ocupado en la ciudad de Palmira, cerca de la que se encuentran unas ruinas históricas consideradas Patrimonio de la Humanidad.

 

Así lo informó el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos. Tropas del Gobierno de Bachar al Asad, apoyadas por fuertes bombardeos, expulsaron a los yihadistas de la mayor parte del distrito norte de la ciudad moderna, revirtiendo los avances que habían logrado los terroristas el día anterior.

 

También el gobernador de la provincia de Homs, fiel a Al Assad, informó del retroceso de los combatientes de EI. Según el Observatorio, en la región murieron casi 300 personas desde que el miércoles Estado Islámico lanzó su ataque contra la ciudad de Al Sukhnah, al noreste de Palmira. Entre los fallecidos hay 123 soldados del gobierno y 115 yihadistas, así como 49 personas ejecutadas por la milicia terrorista, acusadas de colaborar con el Gobierno.

 

El sábado los combatientes de Estado Islámico consiguieron hacerse con el norte de la ciudad y avanzar hacia las ruinas de Palmira, haciendo saltar las alarmas sobre el peligro que corría el lugar. Palmira cuenta con ruinas bien conservadas del siglo I d.C y está considerada uno de los más importantes complejos de construcciones antiguas en Cercano Oriente.

 

Los milicianos de Estado Islámico ya destruyeron varios yacimientos arqueológicos únicos en el norte de Irak, entre ellos la milenaria ciudad de Nimrud y las ruinas de Nínive. Además en el museo de Mosul destrozaron valiosas estatuas de la era asiria.