La hechicería, práctica milenaria de muchas culturas antiguas basada en ritos mágicos, es actualmente el medio por el cual el ser humano intenta recuperar el control o hallar explicación a ciertos problemas de la vida moderna que parecen, en ocasiones, escapar al raciocinio o tener una explicación sobrenatural.

 

En pleno siglo XXI, las personas no pueden evitar tratar de modificar, entender, dominar o manipular algún aspecto de su vida a través de un sistema de ritos y procederes mágicos que le permiten tener el poder sobre aquello que parece no tenerlo.

 

En México, las culturas prehispánicas, desde la Maya, Olmeca y hasta los Aztecas, que padecieron la invasión europea, practicaron la hechicería desde sus inicios.

 

Sin embargo, y aunque cada cultura tiene un sello particular respecto a su forma de practicar la hechicería, tanto migrantes europeos como en africanos llegaron a México para enriquecer los ritos que hoy ofertan los cientos de brujos, hechiceros y chamanes en todo el país, que a precios módicos, garantizan curas para los males modernos.

 

Yamarash, esotérico y brujo de las nuevas generaciones, asegura que actualmente las personas aún acuden a los consultorios mágicos para pedir ritos prehispánicos, más allá de los simples amarres, como el uso del colibrí para conseguir dominar la voluntad del ser amado.

 

En entrevista para 24 HORAS, detalla que basados en la creencia en Huitzilopochtli, uno de los principales dioses para los mexicas y representado por el colibrí, las personas confían en que el uso de esta ave tiene la capacidad de controlar la voluntad de aquellos a quienes pretenden enamorar, “tal vez la gente no entiende cómo funciona, pero investigan y lo piden confiados en que esas creencias antiguas pueden tener resultado en estos tiempos”, asegura.

 

Yamarash dice que pese a que la iglesia católica tras la llegada de los españoles a México intentó erradicar estas prácticas, gracias a la insistencia de los antiguos hechiceros que pasaron sus conocimientos a las siguientes generaciones actualmente se mantienen vivas.

 

Otros métodos como el uso de los hongos alucinógenos en las culturas Mixteca y Zapoteca para combatir embrujos e incluso enfermar o curar a una persona, sigue siendo una práctica común en Huautla, teniendo como su máximo exponente a María Sabina y su familia.

 

Asegura que otros métodos muy famosos en estos días para enamorar como el toloache,  también tiene su origen desde los Olmecas y consiste en darle a beber a una persona dicho brebaje.

 

Aunque en las grandes urbes del país se tiene conocimiento del nahualismo, es en las zonas rurales donde aún se tiene una fuerte creencia sobre la facultad de algunos hechiceros para transformarse en animales, e incluso aseguran conocer o haber visto a alguno.

 

En la actualidad, ante la falta de respuestas por parte de las instituciones clásicas como algunas religiones, una gran parte de la población encuentra en los viejos ritos una salida a sus problemas inmediatos y una forma de alcanzar el bienestar espiritual.

 

Por último, considera que es importante la propagación de estos conocimientos milenarios para aumentar la gran oferta de especialistas en hechicería antigua, “nosotros nos dedicamos a ayudar a las personas, a abrir los caminos en su destino cuando la ciencia nos les da la repuesta, vienen de todas clases sociales, porque lo que hacemos es acercar toda esa sabiduría ancestral al todos los bolsillo”.