Desde 1940, los ingresos netos tributarios en México se encuentran estancados en 10% del PIB, lo cual afecta la distribución de la riqueza en el país, dice el estudio “Sobre la baja y estable carga fiscal en México” elaborado por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).

 

El documento indica que en México la recaudación fiscal en los primeros 13 años del siglo rondó en 9.5% del PIB, mientras que en países como Argentina y Brasil superaron 35% de su PIB, lo cual demuestra la baja carga tributaria de nuestro país.

 

Como México tiene pocos recursos de aportaciones tributarias, esto limita la capacidad distributiva, lo cual deja la desigualdad en los mismos niveles antes y después del cobro de impuestos, dice el estudio de la Cepal.

 

Entre los factores de que en los últimos 70 años la recaudación del gobierno se haya mantenido sin cambios fueron la renta petrolera que desde el siglo pasado aporta 5% del PIB a las arcas públicas, el acceso al financiamiento interno y externo por medio de créditos.

 

Estas dos situaciones permitieron al Gobierno, dice el estudio, posponer una verdadera reforma hacendaria que incremente sus ingresos tributarios.

 

La administración tributaria de México tampoco sale bien calificada por la Cepal, pues el organismo internacional lo considera poco eficaz e ineficiente.

 

“La baja productividad de los impuestos en México se explica en buena medida por la inadecuada administración de los tributos, que resultan en los grandes niveles de evasión y elusión, los tratamientos especiales (exenciones), así como la creciente economía informal, todo ello alentado por las bajas tasas de crecimiento económico de los últimos años”, puntualiza el estudio.