Con saldo blanco concluyeron las movilizaciones que se realizaron este viernes en la Ciudad de México, con motivo del 129 aniversario del Día Internacional del Trabajo, reportó la Secretaría de Seguridad Pública del Distrito Federal (SSPDF).

 

En un comunicado, precisó que se desplegaron más de tres mil elementos para garantizar la seguridad personal y patrimonial de la ciudadanía en general y de los participantes, así como evitar vandalismo, alteración del orden público y la comisión de ilícitos.

 

Señaló que desde las 7:00 horas integrantes de diversas organizaciones sociales arribaron a la Plaza de la Constitución, por lo que se reforzó la vigilancia en las inmediaciones del lugar, al igual que en zonas bancarias y restauranteras.

 

La dependencia detalló que los dispositivos de seguridad se extendieron a entradas y salidas del Metro y Metrobús, así como al ascenso y descenso del transporte público para inhibir el robo a transeúnte.

 

Entre las organizaciones que participaron están el Congreso del Trabajo, la Unión Nacional de Trabajadores, Asamblea Universitaria Académica, Central Obrera y el Sindicato de Trabajadores de la Universidad Nacional Autónoma de México.

 

“Elección legitima explotación del pueblo”

 

Las elecciones del próximo 7 de junio legitiman la explotación del pueblo, aseguraron maestros de la CNTE, integrantes del SME, jornaleros de San Quintín y padres de los 43 normalistas desaparecidos en un mitin en el Zócalo capitalino.

 

Tras una marcha sobre Paseo de la Reforma, partiendo del Ángel de la Indendencia, los inconformes llamaron a la sociedad a boicotear las elecciones próximas.

 

Fidel Sánchez, uno de los voceros del movimiento jornalero de Baja California informó que mañana se reunirán con los padres de normalistas para planear una huelga nacional en protesta por el proceso electoral.

 

En tanto, un grupo de aproximadamente 20 jóvenes, con los rostros cubiertos, marcharon esta tarde sobre Paseo de la Reforma hacia el Zócaloen donde permanecieron unos minutos para luego retirarse sin que se presentara algún altercado.