La familia del joven afroestadunidense Freddie Gray, quien murió a causa de lesiones en la médula espinal al estar bajo custodia de la policía, se dijo hoy satisfecha por los cargos criminales que enfrentan los oficiales involucrados en su arresto y traslado.

 

Richard Shipley, padrastro de Gray, expresó la satisfacción de los familiares y dijo en rueda de prensa que los cargos contra los seis policías “fueron un primer paso para obtener justicia para Freddie”.

 

Billy Murphy, abogado de la familia, apuntó también que los Gray llaman a una reforma en las prácticas de la policía que incluya el uso de cámaras corporales, mayor supervisión y una nueva cultura en las fuerzas de seguridad donde se premie y castigue a los oficiales según su comportamiento.

 

“El muro azul del silencio que hace a los policías erróneamente conspirar para ocultar el mal, debe caer”, señaló el representante legal de la familia Gray.

 

Murphy habló sobre la solidaridad expresada en otras ciudades, como Nueva York, Filadelfia, Chicago, Washington o Cincinnati, y dijo que los manifestantes “están expresando su indignación porque hay demasiados Freddies Gray”.

 

Los oficiales fueron acusados este viernes por la procuradora estatal para Baltimore, Marilyn Mosby, de asesinato en segundo grado, homicidio no premeditado, asalto, asalto con negligencia en segundo grado, mala conducta en la oficina, y encarcelamiento ilegal, entre otros cargos.

 

El representante legal de la unión sindical policiaca, hablando a nombre de los acusados, calificó las acciones de la procuradora Mosby como “un indignante apresuramiento de juicio”.

 

Expresó sus preocupaciones por la integridad de la acusación para los oficiales y remarcó que los policías serán reivindicados porque no hicieron “nada mal”.

 

Indicó que las lesiones de Gray no fueron resultado de “acciones o inacciones” por parte de los agentes policiacos.

 

En entrevista con la cadena CNN, Mosby desestimó los señalamientos y dijo que como fiscal no se pueden presentar cargos si no se cree que hay “una causa comprobable” de que esos individuos son responsables.

 

La orden de arresto emitida tras la acusación fue cumplida este mismo viernes y los seis oficiales permanecen ya en custodia de las autoridades.

 

Miles de personas salieron a las calles de Baltimore para celebrar el anuncio, en el tercer día de toque de queda.