América por poco y no va. Desconcertado, errático, desesperado,  irreconocible de aquel que goleó al Herediano, ahora se cansó de fallar para apenas lograr el empate 1-1, con gol agónico de Oribe Peralta en la Final de Ida de la Concachampions ante el Impact de Montreal. Ahora las Águilas deberán pagar la visita con la obligación de, al menos, anotar un gol para emparejar la situación del gol de visitante.

 

 

Claro que el Impact no fue ningún improvisado. Se ahogó un poco hacia el final del primer lapso, pero después de un sofocón inicial metieron en serios problemas a los americanistas. Todo gracias a su buena ubicación, adecuado control de balón, pero sobre todo contundencia. Así llegó el tanto de Ignacio Piatti, resolvió sobre la barrida de Paul Aguilar el 1-0 al minuto 15, dejando helada a la fanaticada azulcrema.

 

De todas maneras los amarillos no se pudieron quejar por opciones. La tuvo Arroyo, Darwin, hasta Pablo Aguilar de cabeza, pero sobre todo Darío Benedetto, que estuvo desconocido, se cansó de fallar en el primer lapso, y otro tanto en el complemento. En el segundo tiempo a Gustavo Matosas, timonel del local, no le quedó otra, utilizó todo el potencial, incluido Peralta y más tarde a Martín Zuñiga, pero el gol, nada más estaba peleado con el ave capitalina.

 

Dicen que al Impact de Montreal le costó la logística de una semana en el Distrito Federal, algo así como 300 mil dólares, pero según lo visto en el Azteca, y sabedores que el gol de visitante cuenta, no hay duda de que la inversión valió la pena.

 

obo