Para ser seleccionado nacional siempre es mejor ser cola de león que cabeza de ratón. Y es que ser banca de cualquier equipo de España parece tener más mérito que tener regularidad en una liga de segundo nivel del Viejo Continente, como Grecia.

 

Era un privilegio que Miguel Herrera pregonó que no sucedería en su Tri, pues la convocatoria se lo ganaría el que estuviera mejor, sin importar nombre o club, pero que ahora, al ver el caso de Alan Pulido, queda claro estos criterios están por encima de cualquier técnico.

 

Desde que se dio a conocer su fichaje con el Levadiakos hace un mes, el tamaulipeco ha jugado 4 partidos, acumulando hasta ahora 353 minutos como titular, logró un gol en su debut y hasta ha sido vitoreado por su grada en algunos encuentros. Es algo que no han podido lograr delanteros indiscutibles del Piojo como Javier Hernández y Raúl Jiménez, quienes en un año en España pocas veces han sido titulares, suman minutos a cuentagotas y han quedado fuera incluso de la convocatoria de duelos de envergadura como los de la Champions League.

 

El Chicharito la lleva un poco mejor pues en las últimas semanas logró un gol y una asistencia en 269 minutos jugados con el Real Madrid en este 2015; Jiménez continúa con pocos minutos de cambio en los que no ha podido marcar diferencia, acumulando 220 minutos en el año. La justificación para no convocar a Pulido en un verano con Copa Oro y Copa América al frente son los nueve meses de inactividad en los que entrenó por su cuenta, aunque eso no diste mucho de pasar varios partidos en la banca.

 

El verdadero trasfondo de todo esto parece ser una consigna impuesta por los Tigres de no convocar a su ex jugador por la forma en la que se fue del club sin dejarles ganancias por el traspaso, sobretodo porque aseguran, aún tiene contrato firmado con ellos y es una riña que no se ha esclarecido ante en TAS ni la FIFA.

 

Esto develaría otra contradicción de Herrera al frente del tricolor, pues siempre ha resaltado tener libertad en sus llamados y en el momento en que ellos mismos fueran condicionados dejaría su puesto, algo que no sucedió cuando declaró que para el partido de Estados Unidos, tanto las Chivas como Cruz Azul no prestaron a todos los jugadores que él quería.

 

Son las viejas costumbres y constantes problemas a los que se enfrenta todo entrenador de la selección mexicana, intentar ser justo entre preferencias personales, rendimiento y favores directivos, pero queda claro que a unos meses de jugarse el pase a la Copa Confederaciones y la honorabilidad en Sudamérica, el delantero mexicano más constante en Europa de los últimos meses no va a ir al Tri por razones no meramente deportivas.