SAKHIR. El campeón de Fórmula Uno Lewis Hamilton se defendió el jueves de críticas a su conducta tras el Gran Premio de China, donde celebró su victoria rociando champán en el rostro de una modelo china en el podio.
El británico Hamilton dijo que sus acciones, que recibieron fuertes críticas en medios sociales y en su país, no son nada inusual y son parte del deporte.
“Realmente no he escuchado mucho de eso hasta hoy, así que, afortunadamente para mí, no ha eclipsado mi semana”, dijo el dos veces campeón de F1. “Fue un gran fin de semana y mis acciones fueron reflejo de mi emoción, ¿entiendes? Ésta es la Fórmula Uno, el pináculo del automovilismo, y yo acababa de ganar el Gran Premio para el equipo”.
La modelo, Liu Siying, de 22 años, es graduada del Instituto de Artes Visuales de Shangai y trabaja para una firma de bienes raíces. Liu le dijo el miércoles al Shanghai Daily News que el barullo sobre el incidente era exagerado.
“Duró apenas uno o dos segundos y no le di importancia”, dijo Liu. “Pienso que algunos medios de prensa en el extranjero son más sensibles sobre el tema que la prensa local. Mi empleador me dijo que me parase en el podio y eso fue lo que hice”.
Rociar con champán es algo común en la F1, donde los pilotos a menudo se mojan entre sí y a quienes les rodean en el podio.
“Fue algo divertido, nunca trataría de faltarle el respeto a nadie ni avergonzar a nadie”, dijo Hamilton. “Es un deporte que le gusta a mucha gente, por el espectáculo, la diversión. Quizás refleja lo grande que es el deporte y eso es lo que trato de hacer”.
Hamilton, que encabeza la tabla luego de tres carreras, está aliviado de que la modelo no se ofendió.
“Es bueno saber que no se ofendió”, dijo. “Si fuese diferente y ella se hubiese sentido infeliz, entonces habría más que decir”.