La forma francesa se arriesgó en el Gran Premio de China y le salió caro. Hizo numerosos ajustes a su vapuleado motor y las consecuencias las pagaron dos de los cuatro pilotos que usan sus máquinas dentro de los autos. El susto más grande se lo llevó el ruso Daniil Kvyat, de Toro Roso, quien vio cómo su máquina se encendió y escapó asustado de la unidad.

 

El otro afectado fue Max Verstappen, también de Toro Roso, quien vio frustrada su carrera en plena línea de meta, cuando le reventó la caja de cambios.

 

Y aunque Red Bull pudo terminar la carrera con sus dos pilotos, el jefe del equipo, Christian Horner, volvió a estallar contra los franceses exigiendo que los problemas no ocurran de nuevo el próximo fin de semana en Bahréin, aunque se ve muy difícil que no ocurra.

 

Lo de Red Bull es cosa seria. El reglamento de la F1 permite cuatro motores por auto para toda la temporada, con la idea de cambiarlos cuando tengan problemas. Red Bull ya usó tres motores en apenas tres carreras del serial y nada indica que en la siguiente no se acaben su cuota para todo el año.

 

Por eso, la firma austriaca está buscando un cambio en la regla que les permita usar cinco motores o más. De hecho, pueden usar todos los que quieran, pero después de usar cuatro, la regla implica que les resten 10 lugares en la parrilla de salida en cada carrera corrida en falta. Lo cual es desastroso.

 

Los planes de Renault a partir de ahora será mejorar su unidad de potencia, pero revelan que lo harán a partir de Mónaco, cuando puedan asegurarse de que no tienen problemas.