Como cada 13 de abril, millones de personas celebran el día internacional del beso, fecha que surgió gracias a una pareja que se demostró el gran amor que se tenían con un beso de 46 horas, 24 minutos y 9 segundos de duración.

 

Sin embargo, la misma pareja que sigue queriéndose igual o más que el primer y que tiene todo el tiempo del mundo para realizar récord, rompió su propio tiempo en el 2013 al besarse por 58 horas, 35 minutos y 58 segundos.

 

Pero ¿cómo surgieron los besos?, ¿todos los besos se dan por amor?, ¿quién dijo que hay que besarse los labios? Te contamos cuatro datos y curiosidades acerca de este acto placentero:

 

Para saludar

 

En México es común saludar a las personas con un beso en la mejilla sin embargo, no todos están acostumbrados a este acto o bien, tienen pequeñas modificaciones en el saludo.

 

Por ejemplo, en España se dan dos besos entre hombres si son conocidos y se entrega un apretón de manos a quienes no lo son. Para saludar a alguien diferente de tu género, se permiten rozar la mejilla se conozcan o no.

 

En Bélgica, Alemania, Suiza y Holanda se acostumbran tres besos comenzado en la mejilla derecha mientras que algunos habitantes de Holanda suelen besarse en la boca sin importar género o parentezco social.

 

Uno de los besos más inocentes es el que se da en algunas zonas de Oceanía pues imitan la tradición de los esquimales para saludarse con el roce de su nariz.

 

¡Quema calorías por placer!

 

Con un beso en la boca de al menos un minuto, se pueden quemar alrededor de 2.6 calorías además, quienes realizan este acto con mayor frecuencia viven más años y sufren menos enfermedades cardíacas.

 

Además, todo depende de la intensidad del acto pues no es lo mismo un apasionado encuentro a un beso casual. Si estas que desbordas amor por tu pareja, un beso inmortal te ayudará a quemar hasta 26 calorías.

 

Pones en movimiento cerca de 34 músculos y aunque suene algo disgustante, se intercambian entre 10 millones y mil millones de bacterías.

 

Mejora tu salud

 

Como lo mencionamos en el punto anterior, besar ayuda a mejorar tu calidad de vida, fortalece tu autoestima y estimula zonas de tu cerebro.

 

También ayudan a la liberación de endorfinas, las causantes de darte sensaciones placenteras por lo que podrás decirle adiós a la depresión y el estrés.

 

A pesar de las bacterías que se intercambian, el intercambio de saliva ayuda a a neutralizar a los acidos provocantes de caries y las sales de la misma fortalecen el esmalte de tus dientes. ¡Tres por uno!

 

Datos increíbles

Bueno ahora es tiempo de saber de dónde viene el término besar. El verbo proviene del latín basiare, que significa tocar con los labios y según algunas tradiciones religiosas orientales, el beso es una forma de dar y recibir energía espiritual.

 

Ante esta creencia, algunas localidades orientales no se besan en la boca por el miedo de que su espiritú escape de ellos mientras que otras personas besan sin importarles este detalles pues aseguran “se convierten en uno mismo”.

 

Cerramos los ojos mientras besamos por la gran adrenalina que se libera. Las pupilas de los ojos de dilatan por lo que el cerebro impulsa a mantenerlos en orden y por consecuente, bajar los párpados.

 

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