El Instituto Mexicano de Contadores Públicos (IMCP) calculó que la Secretaría de Hacienda recortará entre 200 y 250 mil millones de pesos – entre 1 y 1.4% del PIB– en el borrador de presupuesto para 2016 que tiene que entregar al Congreso de la Unión en los próximos días.

 

La disminución al presupuesto federal del próximo año representaría el doble de los más de 124 mil millones de pesos que Hacienda ajustó en 2015 de manera “preventiva”, y que afectó principalmente a Pemex con 62 mil millones de pesos.

 

“El recorte podría ser mayor si se dispara la inflación en Estados Unidos, lo que obligaría al Banco de la Reserva Federal a subir sus tasas violentamente, y por consiguiente al Banco de México”, dijo Ernesto O’Farril, presidente de la comisión de análisis económico del IMCP.

 

El especialista indicó que un alza en las tasas de referencia de Banxico podría detener la depreciación del peso, pero obligaría a México a pagar mayores intereses por su deuda y frenaría la actividad económica a través de un encarecimiento del crédito.

 

Este escenario complicaría también a los ciudadanos con el encarecimiento del financiamiento al consumo, lo que incrementaría la morosidad en este segmento, que se ubica ya en 8% y es un “foco amarillo” según el IMCP.

 

El instituto advirtió que las finanzas públicas también se encuentran amenazadas en 2016 por la caída en el precio del petróleo que se mantendrá por debajo de los 50 dólares por barril, y ya no se contarán con coberturas petroleras que aseguren un precio de 76 dólares.

 

Además, casi cuatro millones de contribuyentes inscritos en el régimen de pequeños contribuyentes (Repecos) dejaron de pagar impuestos por 15 mil 649 millones de pesos desde el año pasado y se espera que la ampliación de beneficios fiscales a contribuyentes del nuevo Régimen de Incorporación Fiscal (RIF) –que sustituyó al Repecos– afecte las arcas del gobierno.

 

Ante este escenario el instituto urgió al gobierno federal a replantear su política fiscal ante este panorama e imponer un impuesto al valor agregado (IVA) generalizado de 16% para aumentar y redistribuir la carga fiscal entre la basa de la población.

 

Asimismo recomendó llevar a cabo una repatriación de capitales, además de deducciones personales sin límite para personas físicas, deducciones en la reinversión de utilidades, prestaciones, sueldos, así como una reducción del ISR.