Por Teresa Moreno

 

¿Alguna vez has experimentado un enrojecimiento súbito e intenso que simplemente no se te quita? Muchas veces está relacionado con la manera en que nuestro cuerpo expresa sus emociones, pero para 1 millón de mexicanos es el síntoma de una enfermedad dermatológica llamada rosácea.
Este padecimiento es crónico y no tiene cura. Se desencadena cuando se inflaman de manera excesiva los vasos sanguíneos de la cara, lo cual ocasiona una apariencia rojiza y, si no se detecta y trata a tiempo, puede terminar en la inflamación, deformación y agrandamiento excesivo de algunas partes de la cara, como la nariz.
“La enfermedad, en sí, no es dolorosa y no tiene mayores consecuencias que el enrojecimiento de la cara”, explicó en entrevista el médico especialista David Viveros Ramírez, quien encabeza la campaña “No más caras rojas” para concientizar y acercar al tratamiento médico a las personas que padecen esta enfermedad.
Algunos de los síntomas más comunes asociados a la rosácea son el rubor y enrojecimiento de la cara, pero de manera persistente, que se hacen más visibles los vasos sanguíneos y una sensación de ardor y escozor. “Los problemas mayores, en realidad, son sobre el autoestima de los pacientes y su capacidad para entablar relaciones sociales”.
Uno de los inconvenientes que ha evitado encontrar un medicamento que “cure” esta enfermedad es que todavía no se ha descubierto qué la ocasiona, explicó el médico.

 

Sin embargo, existen algunos factores que pueden desencadenar una “crisis” y ocasionar el problema médico asociado a la rosácea más evidente, como el enrojecimiento facial.

 

Este síntoma está relacionado regularmente con el calor o el aumento en la temperatura corporal  lo cual provoca la inflamación de los vasos sanguíneos. Existen algunos “detonantes” que son muy difíciles de evitar como hacer ejercicio, exponerse al sol e incluso experimentar emociones fuertes, como la vergüenza o enojo.

 

Las personas que padecen esta enfermedad pueden evitar el enrojecimiento facial con medidas tan simples como evitar ambientes excesivamente cálidos, comer con moderación y evitar los alimentos muy condimentados, los productos lácteos o los que contengan histamina como berenjenas, espinacas, vinagre y salsa de soya.

 

Además de ser muy cuidadosos con los productos que utilicen para la piel como el maquillaje (que no sea muy difícil retirarlo, para evitar frotar la cara), fragancias o los que contengan alcohol.
Muchos artistas y políticos famosos lo han logrado, por ejemplo Robert Pattinson, estrella de la saga de Crepúsculo; la fallecida princesa Diana y sus hijos, los príncipes William y Harry; el príncipe de Gales, Charles; y el ex presidente estadunidense Bill Clinton.
También padecen esta enfermedad las actrices Cameron Díaz y Renée Zelwegger; la cantante Mariah Carey y el ex director técnico del Manchester United, Alex Ferguson.
Uno de los problemas de la rosácea es la dificultad para diagnosticarla pues existen más de 10 mil posibles padecimientos dermatológicos pero sólo 20 síntomas aparentes por lo cual es fácil confundirla y asociar sus síntomas a otros males.

 

Ante esta situación, explica el médico Viveros Ramírez, los pacientes llegan a confundirla con acné, alergias o infecciones, especialmente porque se presenta después de los 30 años y es mucho más común en personas de piel muy blanca que son más sensibles a algunos factores que ocasionan el enrojecimiento, como la exposición prolongada al rayo del sol.

 

 

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