MELBOURNE. El Campeonato del Mundo de Fórmula Uno de 2015, que comienza este fin de semana en Melbourne, Australia, estrenará una serie de novedades reglamentarias entre las que destacan la reducción del número de motores disponibles, el aumento del peso mínimo de los monoplazas y la inclusión de nuevas sanciones.

 

Los cambios reglamentarios de la nueva temporada afectan principalmente a los motores, ahora llamados “unidades de potencia”.

 

Los equipos cuyos coches están equipados con motores Ferrari y Renault, que no atinaron el año pasado con los nuevos propulsores híbridos con turbo de 1.6 litros, presionaron para tratar de mejorarlos y acercarse a los bólidos de Mercedes, que dominaron con autoridad la campaña pasada.

 

Si en 2014 cada piloto podía utilizar cinco motores por temporada, en 2015 sólo podrán ser cuatro.

 

En el caso de que un piloto cambie completamente un motor, esta acción no acarreará una penalización automática. Las penalizaciones pasan a ser acumulativas en función de los componentes que se sustituyan de la unidad de potencia.

 

De igual manera, en 2015 quedan prohibidos los sistemas de interconexión entre las suspensiones delantera y trasera. Éstas tienen que estar diseñadas de tal forma que cualquier cambio en su rendimiento tiene que ser el resultado directo de la carga que se aplique directamente sobre ellas. Dicho ingenio se usaba para mantener una altura constante del coche en curvas y frenadas, y de esa manera mejorar la estabilidad del monoplaza.

 

Como consecuencia del grave accidente sufrido por el francés Jules Bianchi en el Gran Premio de Japón, se ha aumentado la altura de los paneles que rodean la célula de supervivencia del habitáculo de los coches, que deben estar a la altura de la cabeza del piloto.

 

También como consecuencia de ese accidente, y para evitar que por su larga duración una carrera pueda acabar con poca luz, el comienzo de cinco de las carreras de 2015 se ha adelantado una hora, de manera que no se produzca a menos de cuatro horas de la caída del sol. Estas pruebas son las de Australia, Malasia, China, Japón y Rusia.

 

El accidente de Bianchi también ha forzado la introducción del llamado “coche de seguridad virtual” (VSC), lo que obligará a los pilotos a reducir la velocidad. Una señal aparecerá en la pantalla del volante de cada piloto.

 

El VSC se aplicará en situaciones de potencial peligro para pilotos y oficiales y en las que no puede salir a la pista el coche de seguridad. La primera señal para su aplicación será cuando ondeen dobles banderas amarillas.